Agencias - Los adolescentes, con una edad media de 14 años y medio,
sostuvieron además que el sexo vía oral es menos arriesgado, más común y más
aceptable que copular de forma tradicional.
Los investigadores sondearon a 580 escolares adolescentes de diferentes
procedencias en dos escuelas de enseñanza superior de California.
Los chicos y las chicas tuvieron experiencias similares sobre el sexo oral, que
sorprendió a la principal autora del estudio, Bonnie Halpern-Felsher, profesora
adjunta de pediatría de la Universidad de California en San Francisco.
"Creo que no existen ya más estereotipos", indicó. "Los chicos y las
chicas consideran que el sexo oral no es una gran cosa".
El estudio aparece en la edición de abril de la revista Pediatrics, difundida el
lunes.
Lo que se sabe sobre los riesgos del sexo oral está basado mayormente en los
informes y estudios sobre la transmisión del VIH en los gays.
Aunque apenas hay estadísticas fiables sobre los riesgos de la salud, los padres
y profesionales de ese campo pueden informar a los adolescentes que existe un
riesgo potencial de contraer herpes, hepatitis, gonorrea, clamidia, sífilis y el
VIH por vía oral.
Además, los padres pueden analizar cómo el sexo oral puede afectar las
relaciones de un adolescente y su autoestima, agregó la profesora.
El estudio, aunque limitado a un reducido número de adolescentes en sólo dos
escuelas, es interesante, dijo el doctor Robert Blum de la Facultad de Salud
Pública Bloomberg, de la Universidad Johns Hopkins.
"Los adultos hablan de abstinencia, condones, anticonceptivos orales y el
aborto, y los chicos han encontrado su propio método", dijo Blum. "Eso es
el tema más importante que resalta la información: los adultos tienen menos
conocimientos que lo que les gustaría admitir".
En el sondeo, los adolescentes tuvieron que imaginarse que acudían a una cita en
la que mantendrían relaciones sexuales sin protección alguna con otra persona
que había mantenido antes relaciones sexuales vía oral con otras personas.
Los adolescentes tuvieron que calcular luego la posibilidad de contraer una
enfermedad venérea, incluyendo el VIH, y la posibilidad de experimentar
remordimientos o sufrir de una mala reputación. |