BBC y redacción - Ratzinger nació en 1927 en el seno de una familia bávara
tradicional. Su padre era policía y muy religioso.
Ratzinger debió interrumpir sus estudios al estallar la Segunda Guerra Mundial,
durante la cual fue asignado a una unidad antiaérea en Munich siendo miembro de
las juventudes hitlerianas, algo a lo que -según él- fue forzado.
Sus simpatizantes dicen que su experiencia bajo el régimen nazi lo convenció de
que el Vaticano debía tener una fuerte posición respecto de la verdad y la
libertad.
Tras ser ordenado sacerdote, Ratzinger apoyó el Concilio Vaticano II en la
década de los 60 y su espíritu de convertir a la iglesia en una institución más
abierta.
Más tarde, siendo profesor en la ciudad alemana de Tubinga, Ratzinger vivió de
cerca las protestas estudiantiles y hay quienes dicen que allí se definieron
muchas de sus posturas ulteriores.
Por ejemplo, durante una de sus disertaciones ocurrió un incidente que lo
marcó, según un testigo: los alumnos se levantaron y tomaron el micrófono en
violación de las normas universitarias, algo que irritó a Ratzinger.
Intelecto vs. corazón
El sacerdote bávaro fue nombrado arzobispo de Munich en 1977. Pocos meses
después se convirtió en cardenal.
Para sus seguidores, Ratzinger es una persona dotada de un gran intelecto y de
un generoso espíritu cristiano.
Juan Pablo II reprimió a los sacerdotes comprometidos con la teología de la
liberación.
Pero sus críticos afirman que es un hombre de temer, porque más bien ha
suprimido la discusión y silenciado a los disidentes dentro de la iglesia.
Wolfgang Cooper, un especialista alemán en temas religiosos, expresaba hace
pocos días sus temores de que si fuera elegido Papa, podría convertirse en una
figura que generará divisiones.
"Posiblemente se abra una gran distancia entre el liderazgo eclesiástico y
la fe", comenta.
Ratzinger es un "científico" que "prefiere discusiones intelectuales",
según Cooper, mientras que muchos católicos quieren sacerdotes y obispos "que
toquen sus corazones".
Al frente de Inquisición
En 1981, Juan Pablo II optó por Ratzinger para dirigir la Congregación para la
Doctrina de la Fe, el organismo del Vaticano conocido en alguna ocasión como la
Santa Inquisición.
Desde allí, este cardenal ha actuado como guardián de la ortodoxia y sus
pensamientos han sido muy influyentes.
Acercamiento a los grupos católicos más conservadores
'Ir contracorriente y resistir a los ídolos de la sociedad contemporánea
forma parte de la misión de la Iglesia', es una de sus máximas y en las
meditaciones del último Viernes Santo criticó que el hombre actual no cree en
nada y se deja arrastrar por un nuevo paganismo.
Frente a una Iglesia en crisis, el nuevo papa preconiza un acercamiento con
los movimientos católicos más radicales. "Cuanto más una religión se
acerca al mundo, más deviene superflua", afirmó en octubre de 2004 en el
semanario italiano Panorama.
"En cambio, los nuevos movimientos cristianos, como los evangelistas, los
carismáticos o las iglesias libres en Alemania están en pleno desarrollo porque
defienden con uñas y dientes los grandes valores morales contra la evolución de
las mentalidades", subrayó.
"Yo no soy el gran inquisidor y tampoco me siento una Casandra cuando
examino los factores negativos en la Iglesia", suele decir de sí mismo.
Aunque no por ello fue el precursor de negar la comunión a los divorciados que
se vuelvan a casar, es un gran enemigo de la homosexualidad, combate el
sacerdocio femenino y mantuvo un duro pulso con el cardenal
Karl Lehmann, presidente de la Conferencia Episcopal alemana, en torno al
debate sobre el aborto.
Posiciones políticas
Celebre por sus proclamas contra la teología de la liberación y la
persecución que realizó en contra de sus máximos defensores, entre ellos el
catalán Casaldaliga (Obispo emerito de Sao Felix de
Araguaia), sus posiciones estuvieron en ocasiones a punto de provocar
crisis políticas de gran importancia.
Una de ellas fue la que hizo en referencia a la posible entrada de Turquía
en la Unión Europea. La calificó de "enorme error" y de "decisión
contra la historia".
Una de las frases más celebres del cardenal es "La verdad no se determina
mediante un voto de la mayoría"
Ratzinger presidió el funeral de Juan Pablo II.
Una
de sus primeras campañas fue contra la teología de la liberación y la figura de
sacerdote-político que se perfilaba en América Latina.
También ha calificado la homosexualidad como un mal moral intrínseco, y se ha
manifestado en contra del aborto y la contracepción.
Durante la campaña para las últimas elecciones presidenciales en Estados
Unidos, instó a que no se les dé el sacramento de la comunión a los políticos
pro aborto.
Además de su pensamiento ultraconservador, Ratzinger ha sostenido la idea de
que la iglesia debe mantener una estructura centralizada, según los
observadores.
"Ejecutor del Papa"
Por su trabajo, este teólogo alemán ha sido reconocido con el apodo de
"ejecutor del Papa". Karol Wojtyla se refería a él como su "amigo de
confianza".
Fue precisamente Ratzinger el elegido para presidir la misa durante el funeral
de Juan Pablo II.
Los analistas creen que, como pontífice, le daría al Vaticano una voz clara
pero al mismo tiempo radical.
En algún momento Ratzinger confesó que quería volver a Baviera para dedicarse
plenamente a la vida intelectual y escribir libros.
Pero más recientemente dijo que estaría dispuesto a asumir la misión que Dios
le pusiera en el camino. |