Deutsche Welle - "La frustración sexual inhibe la productividad".
Muchos lo intuían, pero ahora esa aseveración adquiere un tinte más científico:
la formula el Dr. Habermehl, miembro del directorio de la Sociedad WISO, que
llevó a cabo una encuesta entre 1032 hombres y 1022 mujeres, de entre 20 y 65
años, laboralmente activos.
Problemas de alcoba
El estudio arroja resultados que ayudan a descorrer el velo sobre un tema que
siguen siendo tabú en buena medida. De acuerdo con él, en Alemania unos 7
millones de hombres padecen problemas temporales de erección. Y esas
experiencias sexuales negativas repercuten directamente en el rendimiento
laboral. De hecho, la mitad de los encuestados afirmó que al día siguiente de un
fracaso amatorio requiere entre una y tres horas para motivarse en el trabajo y
recuperar la concentración.
No sólo los varones se ven afectados por este tipo de problemas. También las
mujeres sufren las consecuencias. Según el estudio, 3. 200 millones de mujeres
disminuyen su rendimiento laboral debido a que les preocupan los problemas de
impotencia de sus parejas. En promedio, el tema les impide concentrarse durante
un promedio de 1,44 horas diarias.
Daños materiales
Haciendo los cálculos correspondientes a partir de estas respuestas, se puede
colegir una baja de rendimiento o improductividad de 1,06 horas en promedio. Y
esto equivale a un daño económico del orden de 65.300 millones de euros al año.
En consecuencia, el tema también debería preocupar a los departamentos de
personal de las empresas. Porque sólo un empleado sexualmente satisfecho puede
ser cien por ciento eficiente.
Aun tratándose de un asunto tan íntimo, la causa del problema no suele ser ajena
al ámbito laboral. Sabido es que el principal factor que atenta contra el
apetito sexual es el estrés y éste se genera muchas veces precisamente en el
trabajo. De este modo se forma un círculo vicioso que no sólo amenaza a la
persona en sus relaciones de pareja, sino que puede llegar a afectar igualmente
su vida profesional. |