El año pasado quiso satisfacer su antojo, pero le pareció demasiado esperar
una hora a que llegara su pedido. De modo que se fue a la cama hambriento. La
frustración abrió paso a la creatividad. A la mañana siguiente, Matthew despertó
inspirado.
"Si uno cocinara las pizzas dentro de una camioneta, camino a la casa del
cliente, todo sería maravilloso. Probablemente podría entregarla en 20 minutos",
pensó.
Garabateó la idea en una pequeña nota adhesiva, y dos semanas después ponía
manos a la obra. Ahora, sus empleados recorren esta ciudad de 42.000 habitantes,
en Wisconsin, a bordo de dos camionetas de Super Fast Pizza. Las pizzas se van
preparando en cocinas móviles y los empleados las entregan a domicilio _con el
queso aún fundido_ en unos 15 minutos.
"La mayoría de las veces la pizza llegaba fría y húmeda a su destino,
especialmente en los climas del norte" de Estados Unidos, dijo Dave
Ostrander, un consultor del negocio de las pizzas. "Creo que esto resuelve un
gran problema".
La compañía utiliza vehículos Mercedes-Benz Sprinter, de techo alto, que
suelen emplearse como ambulancias en Europa y cuestan unos 32.000 dólares.
Con una inversión adicional de 65.000 dólares, las camionetas fueron provistas
de refrigeradores, cinco hornos pequeños para pizza, así como monitores de
computadora, sensibles al tacto y conectados a un sistema para registrar
pedidos, con base en internet, que es atendido por una central telefónica en
Nebraska.
Diez tipos de pizza con masa delgada, como la de salchichón, y hamburguesas con
queso y tocino son preparados en los vehículos, cumpliendo con una serie de
especificaciones de Super Fast. Se les conserva en refrigeradores hasta por
cuatro días.
Las pizzas se cocinan en un período de entre siete y 11 minutos, dentro de
hornos a 315 grados centígrados. La temperatura es superior al promedio, pero no
llega a quemar las pizzas si se tiene el cuidado y los ingredientes adecuados,
señaló Ostrander.
El resultado es una mezcla entre una pizza congelada de supermercado, una
entregada por las grandes cadenas como Domino's y una servida en una pizzería
poco después de salir del horno. Las pizzas ultrarrápidas no son para
conocedores escrupulosos, pero sí dejarán satisfechos a los hambrientos
ansiosos.
"Nuestro salchichón sabe a salchichón", aseguró Matthew.
Un jueves a las 5.27 de la tarde sonó un timbre en el garaje y almacén de Super
Fast, señal de un pedido. Cinco minutos después, la empleada Denise Volkenant
había colocado cinco pizzas en los hornos, había girado una perilla para
encenderlos durante un tiempo predeterminado y estaba ya en la calle, con el
vehículo en marcha.
Volkenant y los demás conductores trabajan solos. Conducen el vehículo, colocan
las pizzas en los hornos y registran las entregas en la pantalla de la
computadora. No pueden perder tiempo.
La empleada dijo que ella elige cuándo colocar las pizzas en los hornos, cuándo
pedir que otro conductor tome un pedido y cuántas pizzas hacen falta en el
refrigerador cuando la existencia disminuye.
A las 5.42, Volkenant descendió de la camioneta y tocó a la puerta de Kathy
Elliott, para entregarle cinco pizzas calientes, de queso, salchichón y
salchicha.
"Es al menos 15 minutos más rápido" que Domino's Pizza, dijo Elliot, de
39 años, quien pagó 31,45 dólares. "En cinco o seis minutos solemos verlos
justo en la esquina de nuestras casas, mientras terminan de cocinar la pizza. A
lo sumo en 15 minutos llegan a la puerta".
Desde septiembre, cuando comenzó el negocio, Matthew dice que las ventas han
subido una vez que fueron resueltos algunos problemas.
La instalación de antenas en el techo de los vehículos ayudó a mitigar la
pérdida frecuente de la conexión a internet. Una serie de cerrojos en las
puertas de los hornos evitó que las pizzas se salieran cuando el conductor
viraba en una esquina.
El servidor informático, que envía los pedidos teniendo en cuenta la ubicación
de cada camioneta y el grado de avance del horneado, provoca todavía algunos
errores. Hay planes para actualizar el programa de computadora.
"Para cuando hagamos esto en dos o tres ciudades, como Fond du Lac, habremos
aprendido la mayoría de los trucos", auguró Matthew.
Empresarios interesados, incluso de Gran Bretaña, Botswana y Filipinas, han
hablado con Super Fast tras enterarse de la idea en una revista, publicada en
internet, dijo Matthew.
El empresario David Roberts, quien ha estado en el negocio de la pizza durante
12 años, dijo que envió a Matthew un correo electrónico y se lamenta por no
haber tenido antes la idea. La cocina móvil podría ser un gran éxito en las
ferias y exhibiciones al aire libre, dijo Roberts.
"Creo que mucha gente apoyará esta idea", dijo. |