Alarma en la India: usan condones para tejer y como globos de cumpleaños
Es el país con mayor número de afectados con el virus de la SIDA y sin embargo, los preservativos no son usados para protegerse en las relaciones sexuales sino como adornos en las fiestas de cumpleaños o en materia prima para fabricar saris.

 
 
 

Según fuente gubernamentales el inmenso país asiático cuenta con unos cinco millones de habitantes enfermos del SIDA. Esta situación provocó que el Gobierno del país aumentase la producción de preservativos para favorecer el sexo seguro y paliar en la medida de lo posible la extensión de la enfermedad.

Hace pocas semanas, los principales diarios del país, denunciaban que de bien poco estaba sirviendo este aumento de la producción. El 75% del millón y medio de profilácticos se estaba usanso para fines bien distintos, publicaban, entre los que se destacaba su uso como  materia prima para hacer juguetes y sandalias de baño, y en parte fundamental de la industria de saris, la prenda tradicional de la vestimenta femenina india. También eran usados como globos para los niños.


“Los preservativos son utilizados en los telares manuales porque el lubricante hace que los hilos se muevan más rápidos y adquieran brillo”, contó la corresponsal de la BBC en India.

Una tejedora de saris de seda le contó al periódico indio “The Economic Times” el modus operandi del preservativo. “El condón se da vuelta y se pone en el dedo, cubriéndolo. Entonces se usa para pulir el sari”, explicó.

Este uso fashion del profiláctico es exclusivo de las nuevas generaciones de tejedoras. Fueron ellas las que descubrieron que el lubricante de los preservativos suaviza y da brillo a los hilos de seda, plata y oro que se usan para los fastuosos ropajes. Y también ellas se dieron cuenta de que la nueva técnica no deja manchas en la tela. De ahí el desvío de condones.

Las fabricantes de saris compran los preservativos -por cada vestido se usan entre cuatro y seis adminículos- a agentes que los consiguen en hospitales y centros de salud pública, donde se reparten gratis como parte de los programas de control de natalidad y de prevención del sida. Así, las tejedoras se evitan tener que pagar los altos precios que cobran las farmacias por los profilácticos.

La industria del sari sigue lubricándose mientras las cifras de infectados con el virus del sida no para de crecer. Por eso, el gobierno local anunció el comienzo de una investigación sobre el asunto, aunque las declaraciones oficiales dejaron claro que el ejecutivo no cree que sólo el 25 por ciento de los preservativos nacionales se estén usando para lo que se debe.


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sábado, 24 mayo 2014

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