El portavoz del Foro de la Familia - Hazteoir.org y responsable
de organización de la manifestación celebrada en Madrid, Ignacio García
(conocido bajo el "nick" de Siacom), dijo ayer que tenía la certeza de que
después del "éxito" de la movilización "la ley (que recoge la unión entre
homosexuales) dé marcha atrás, porque no se puede legislar en contra de la
sociedad".
En declaraciones a Europa Press Televisión, exigió que el Gobierno "tenga en
cuenta a las familias" y expresó el deseo de que el Presidente del Gobierno,
José Luis Rodríguez Zapatero, les "reúna inmediatamente" porque
consideran que lo necesario es "una mesa de negociación para llevar a cabo
juntos estos proyectos de ley".
Asimismo, Ignacio García, destacó que la manifestación fue "más positiva"
de lo que esperaban desde el Foro de la Familia, y que no se desarrolló "en
contra de nadie". En este sentido, explicó que el PP "se sumó como otros
partidos políticos", pero que asistieron a la manifestación "como unos
ciudadanos más".
En relación a la presencia de miembros de la Conferencia Episcopal, Ignacio
García declaró que "tienen derecho a manifestarse y mostrar su desacuerdo con
las leyes".
El PP espera poder introducir
Al acto organizado por distintas organizaciones ultraconservadoras católicas
contó con el apoyo de la Conferencia Episcopal española y del Partido Popular.
Algunos dirigentes de este partido desfilaron junto a los manifestantes en un
segundo plano de acuerdo a las instrucciones de los organizadores y está en la
línea de las últimas manifestaciones realizadas en contra el Gobierno que han
sido convocadas por organizaciones en teoría independientes del principal
partido de la oposición. Angel Acebes, Eduardo Zaplana, Federico Trillo y Ana
Botella estuvieron presentes en la marcha, aunque también se notó la ausencia de
un buen número de dirigentes populares que alegaron "cuestiones de agenda" para
desplazarse a Madrid. Durante el transcurso de la marcha, el secretario
general del PP, Angel Acebes, manifestó que el Ejecutivo "no puede seguir
ignorando a los cientos de miles de ciudadanos que se han manifestado", en
referencia no sólo a la marcha del sábado, sino también a las celebradas los
pasados fines de semana contra una eventual negociación con ETA y el traspaso de
los archivos de Salamanca.
Para Acebes, "el Gobierno ha intentado desactivar estas movilizaciones desde la
manipulación el insulto y la descalificación".
El dirigente popular reiteró que la marcha no era contra los homosexuales.
"Nada más lejos de la realidad", aseguró, para después explicar que es contra
"el hecho de denominar matrimonio a una unión entre dos personas del mismo
sexo".
El portavoz del Grupo Popular en el Congreso, Eduardo Zaplana, atribuyó su
presencia en la manifestación a la necesidad de "respaldarla". "Estoy
encantado de estar aquí, la manifestación está siendo un éxito", añadió.
En opinión de Zaplana, el Gobierno "haría muy mal en no escuchar a toda la
gente" que se manifestó porque, según aseguró, "no se puede
legislar desde la crispación".
El proyecto de ley seguirá adelante Aún a pesar del gran número de
manifestantes que acudieron a esta manifestación, el proyecto de ley seguirá
adelante y no conseguirá ser bloqueado en el Senado como pretendía el Partido
Popular. En la votación de mañana martes, el PP no logrará sumar el número suficiente de votos para
bloquear la proposición de ley quedándose a dos votos de la mayoría necesaria
para conseguirlo. Los dos senadores socialistas contrarios a esta ley no
acudirán a la sesión evitando de esta manera que el PP obtenga los 130 votos
necesarios para paralizar su tramitación. Por tanto, el PP únicamente logrará
introducir en el texto el derecho a la objeción de conciencia por parte de
aquellos cargos electos que tienen potestad de celebrar matrimonios. El texto,
pactado con CiU, señala que las autoridades y funcionarios "de todo tipo" que
intervienen en cualquier fase del expediente matrimonial puedan "abstenerse de
actuar" aduciendo razones de conciencia.
No obstante, en el caso de que se de esta posibilidad, según el texto de la
enmienda, la Administración o ayuntamiento competente deberán sustituir a estas
personas por otras "para garantizar, en todo caso" que las parejas del mismo
sexo puedan ejercer su derecho a contraer matrimonio.
Fuentes del Partido Socialista dijeron, sin embargo, que esta enmienda será
rechazada en el Congreso y previendo su aprobación por la Cámara baja en su
actual redactado.
La Comunidad homosexual ve con mucha preocupación este tipo de
manifestaciones Por su parte el presidente honorífico de la Coordinadora
de Gays y Lesbianas de Cataluña, Jordi Petit, aseguró ayer que la manifestación
celebrada el sábado en Madrid muestra "una actitud preocupante" puesto
que "es la primera que no pide derechos para sí mismos, sino contra otros".
En declaraciones a Europa Press, Petit aseguró que "todo el mundo tiene
derecho a manifestarse" pero que también "tiene el deber de acatar las
decisiones del Congreso". "La Conferencia Episcopal ya pidió que no se
votara a los partidos que pretendían regular el matrimonio entre homosexuales y
han perdido las elecciones", añadió.
Para Petit, la nueva ley "no es más que un paso lógico" en la aceptación de
"nuevas familias" que se inició en 1978 "con la aceptación de las madres
solteras, y luego con la ley del divorcio, que creo que es la que más ha
afectado a la familia".
El presidente honorífico de la asociación afirmó que "la legislación civil
debe prevalecer por encima de las ideologías y la religión" e instó a todos
aquellos que "quieran un Estado laico" a asistir a la manifestación del
Orgullo Gay el próximo 2 de julio en Madrid.
|