|
Noticias
relacionadas |
|
|
|
Tanto Endesa como Iberdrola anunciaron hace dieciocho meses su intención de
competir con Telefónica en acercar la internet de banda ancha a los hogares a
través del tendido eléctrico.
Las compañías eléctricas anunciaban velocidades de vertido y precios muy por
debajo al ofrecido a través de los planes de las operadoras españoles.
Los pruebas piloto habían mostrado la solidez del sistema y todo parecía
listo para ser comercializado masivamente... sin embargo al cabo de doce meses
los clientes que han podido contratar este acceso son muy pocos y las eléctricas
han "paralizado temporalmente" esta oferta a sus clientes.
A falta de datos oficiales, el presidente de la Asociación de Internautas,
Víctor Domingo, calcula que no habrá más de 10.000 clientes de PLC en España.
Iberdrola, la pionera en la puesta en marcha del servicio, tendría unos 4500
clientes de este servicio.
Costes y competencia
El frenazo al desarrollo de la PLC se debería según las electricas al coste
de los equipos y el de su implantación. Ambas confían que la llegada de la
segunda generación de esta tecnología que ha despertado un interés muy
importante por muchas firmas del sector lleve a una reducción de los costes así
como también a una mejora de la tecnología que le acerque al consumidor final.
Victor Domingo, de la AI, duda de que la llegada de la segunda
generación vaya a suponer un cambio. 'Es raro que si no se ha apostado por la
primera se esté pensando en meterse en la segunda'.
La realidad para el sector es que el sistema de acceso a través de la línea
telefónica básica por medio de ADSL ha supuesto un autentico frenazo para las
expectativas que tanto las eléctricas como las firmas de TV por cable tenían en
el internet de banda ancha.
Mientras en los dos últimos casos la inversión es elevada, en el caso de la
ADSL es mínima y en todo caso pueden "contratar" el servicio a Telefónica
vendiendo el producto más caro a sus abonados. Esta situación ha conllevado a
que muchos operadores, teóricamente alternativos, hayan recortado sus
inversiones ante la dificultad que representa calcular su retorno.
En el caso de las eléctricas, el problema es aún mayor. Las grandes compañías
españoles fueron las primeras en abrazar la llegada del cable y telefonía móvil.
Realizaron grandes inversiones en ese terreno y finalmente el Gobierno tuvo que
llamarles la atención. El anuncio de la internet por PLC no fue, tampoco,
del grado de los organismos reguladores por los problemas que podían ocasionar
en la red eléctrica.
En los últimos meses, las eléctricas españolas han anunciado su intención de
retirarse del mercado de las telecomunicaciones, vendiendo sus participaciones,
y la paralización de la PLC podría no ser temporal sino a largo plazo
cumpliendo, de esta manera, con la exigencia de una mayor calidad en el servicio
y mejora en las infraestructuras que les ha puesto encima de la mesa el Gobierno
y los organismos reguladores.
|