BBC Mundo - De ojos azules, cabello negro y banquero de profesión,
Jeremy dice que puede ofrecer buena compañía, se expresa bien y no es
"particularmente inatractivo", según el mismo se define. Y después de un largo
tiempo acudiendo a agencias y buscar pareja infructuosamente ha decidido salir a
la calle para encontrarla de una vez por todas.
Este fin de semana pondrá su propio tenderete en una esquina de gran afluencia
del barrio de Crouch End, en el norte de Londres.
Le pidió permiso a las autoridades locales y ha repartido más de 200 volantes
anunciando la "plaza vacante de novia" (Tener experiencia es una ventaja, pero
no es esencial).
Formularios
También tiene un estandarte de tres metros de alto que dice: "Se busca novia,
presente su solicitud aquí".
Para quienes estén dispuestas a probar, también habrá formularios.
Si logro entrar en una relación estable, será fantástico
Lo ve como una oportunidad de decirles "cara a cara, como soy".
Espera conocer diferentes mujeres atraídas por su idea y que quieran saber más
de él.
"Si logro entrar en una relación estable, será fantástico", dice Jeremy,
quien trabaja como administrador de cuentas corporativas y aspira a convertirse
en escritor cómico profesional.
"Pero me intriga ver las reacciones de la gente, si lo tomarán con
desconfianza... es por eso que lo haré durante dos días seguidos".
Londres es el problema
Él ha vivido en las islas Sorlingas, un archipiélago al suroeste de Cornualles,
Inglaterra, y en Sydney, Australia, y nunca le había sido difícil encontrar una
novia. Un joven se prepara para su perfil por video teléfono. Muchos utilizan
las nuevas tecnologías para el romance.
Pero las cosas cambiaron cuando se mudó a Londres hace cuatro años.
"Aquí es muy difícil acercarse a la gente", dice.
"Yo viajo al trabajo en transporte público y es angustiante ver la cantidad
de gente que hace cualquier cosa por evitar mirarte a los ojos".
"Pienso en otros lugares donde he vivido, incluido el condado de Devon, donde
crecí, y allí no lo pensaba dos veces en entablar una conversación cuando
salía".
"Pero en Londres es difícil y para mi es una gran frustración".
Medio millón de solteros
Jeremy no es el único dispuesto a no dejar que sea la buena suerte quien
encuentre a su princesa o príncipe azul.
Las humildes columnas de corazones solitarios de los periódicos y revistas se
han quedado a la zaga de las agencias de citas rápidas, servicios de mensajes de
textos y eventos como las Cenas en la Oscuridad.
Según una investigación de la BBC, se estima que 500.000 solteros de Londres se
han inscrito en servicios de citas por internet.
El que no oye consejos...
Peter Spalton, cuyos talleres sobre citas y flirteo le han merecido el apodo de
"Doctor de las Citas", considera que los solteros están buscando nuevas
formas de conocer a sus potenciales parejas.
No ve nada raro con lo que Jeremy está haciendo: se está saliendo del montón y
está tratando de ser diferente "Todos tenemos límites de tiempo y ése es el
problema. Si uno trabaja, en general no quiere limitar su vida social a sus
compañeros de empleo", le dijo Spalton a la BBC.
"Parece que tenemos muy poco tiempo libre y por eso encuentro correcto bien lo
que Jeremy está haciendo: se está saliendo del montón y está tratando de ser
diferente. Le deseo suerte".
Él le recomienda a Jeremy que aumente su nivel de confianza entablando
conversaciones en librerías y tiendas de música, o lugares similares, con
personas que tengan sus mismos intereses.
También es importante practicar la sonrisa, aunque no en el metro, donde
aparentemente lo que esto hace es matar posibles romances ("la gente no
responde", dice Spalton).
Mucho movimiento
"Londres es una ciudad de mucho movimiento y la gente parece que siempre está
apurada. No suelen tener tiempo para nada y se pasan mucho tiempo mirando al
suelo. Es difícil acercarse a alguien en esa situación", señala el "Doctor
de las Citas".
No me preocupa decir que me encantaría conocer a alguien por esta vía: imagínese
contarle eso a sus nietos "Lo mejor es tratar de no parecer desesperado. A
nadie le gustan las personas desesperadas".
Pero Jeremy ha advertido que si nadie lo toma en serio, volverá a hacer lo mismo
el próximo fin de semana.
"No me preocupa decir que me encantaría conocer a alguien por esta vía:
imagínese contarle eso a sus nietos", dice.
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