La investigación "Los efectos de la personalidad en los salarios", midió los factores tradicionales que definen los salarios -la educación, la edad, la experiencia laboral-, pero además factores psicológicos -la estabilidad emocional, la extroversión, la diligencia, la autonomía y la empatía-, explicó Empar Pons, según recoge ABC de Madrid.

"Tanto para los hombres como para las mujeres la estabilidad emocional recibe una retribución adicional en los salarios, tiene un plus, mientras que para la muestra de mujeres hemos observado que el hecho de ser empáticas tiene una penalización", afirmó la consultora española.

Por ende, las mujeres que se preocupan más por sus compañeros cobrarían menos. Explican que ellas son "menos reivindicativas" en sus negocios o que se ocupan de tareas con salarios tradicionalmente más bajos.

Los sectores más "empáticos" tienen que ver con los niños, la salud, y dondequiera que hay contacto físico, cara a cara o la docencia.

La consultora reafirma la diferencia entre hombres y mujeres en cuanto a la personalidad. En este sentido, la empatía es "típicamente femenina", afirman, mientras que la autonomía es masculina.

Por eso, la gente que en el trabajo "va a lo suyo", que "no repara en los intereses del grupo en que está inmerso" es la que logra mejores salarios.

Sin embargo, no se evaluó cuánto menos ganan las mujeres empáticas, ya que de cualquier manera lo que importa, en estos casos, son las tendencias.