La alerta viene, en esta ocasión, de la mano de la institución británica
Royal National Institute for Deaf (RNID).
En un estudio reciente sobre el impacto que supone el uso de estos dispositivos
entre los jovenes, un 42% afirmaron oír la música en niveles altos, mientras que
el 39% dijeron utilizarlos como mínimo una hora al día.
El Instituto recuerda que a partir de los 80 decibelios el ruido empieza a ser
una amenaza para el oído y que algunos de los reproductores que se venden
en el mercado alcanzan niveles de hasta 105 decibelios.
Como ejemplo el RNID expone que este nivel seria casí igual al de un avión
aterrizando (110 decibelios) y superior al de unas obras en la calle (70
decibelios). |