No es extraño que la televisión y la Internet estén llenos de anuncios
de Viagra. Según una encuesta dada a conocer, los adultos canadienses de entre
40 y 64 años prefieren la pantalla pequeña al sexo.
Así resulta lógico que el esfuerzo publicitario de las compañías se destine allí
donde más tiempo pasan sus potenciales clientes.
Y tampoco parece extraño que la haya encargado la empresa farmacéutica Pfizer,
la creadora del medicamento con forma de diamante azul que ayuda a superar los
problemas físicos que parte de la población masculina padece en sus momentos más
íntimos.
Las cifras son rotundas.
- Según la encuesta, los adultos canadienses de entre 40 y 64 años (los llamados "baby
boomers") dedican sólo 15 minutos al sexo y romance cada día. Por contra, pasan
entre cuatro y cinco horas al día viendo la televisión o navegando por la
Internet.
- Y unos cuantos más (un 28 por ciento) preferiría que les regalasen una comida
para dos en un buen restaurante a una noche de pasión con su cónyuge en un hotel
(un 25 por ciento).
Para llegar a estas cifras, la firma de encuestas Ipsos Reid entrevistó a 2.498
canadienses de entre 40 y 64 años de edad (1.314 hombres y 1.184 mujeres) lo que
ofrece un margen de error de un 2 por ciento.
Lo que la encuesta no señala es si los entrevistados ocupaban parte de esas 4-5
horas frente a las pantallas en contemplar imágenes que les ayudasen a desear
apagar la televisión o la conexión con Internet para dedicarse a sus 15 minutos
diarios de pasión desenfrenada.
O simplemente, la mayoría de las horas pasadas frente al ordenador sirven para
vaciar los buzones de decenas de correos electrónicos no solicitados ofreciendo
descuentos para la compra de las pastillas azules de Viagra.
Al fin y al cabo, una cuarta parte de los hombres encuestados culpaban sus
magras erecciones a la escasa satisfacción que encuentran en el sexo. Y sólo un
36 por ciento se muestra realmente satisfecho de su estado de ánimo físico en el
momento de la verdad.
Lo que la encuesta sí ha concluido es que alrededor del 60 por ciento de los
entrevistados creen que "los 'baby boomers' iniciaron una revolución sexual" y
que el 87 por ciento se consideran "mucho más liberados sexualmente" que la
generación de sus padres.
Otra conclusión. Su mejor momento sexual fue al alcanzar la treintena, pero en
su memoria las relaciones sexuales cuando eran veinteañeros se recuerdan con más
cariño.
Ahora recuerdan el sexo a los 20 años como excitante (un 57 por ciento),
divertido (un 56 por ciento), aventurero (un 49 por ciento) y salvaje (un 28 por
ciento).
Aunque a los 20 mantenían más relaciones sexuales, eso no significa que
disfrutasen más. Sólo un tercio califica su vida sexual como veinteañeros mejor
que en la actualidad.
Quizás ésa es la clave de cómo comparar realmente los 15 minutos diarios de sexo
frente a las horas frente a la pantalla. No es tanto la cantidad como la
calidad. O al menos, eso nos han hecho creer.
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