Agencias -
Sus creadores no lo dicen así de claro, aunque lo dejan entrever y hasta
utilizan a su público como excusa.
"Es una película para su público y ellos tienen derecho a ser los primeros en
verla", declaró un portavoz de los estudios New Line, productores de la
cinta, ante una febril audiencia durante la presentación de 'Snakes on a Plane'
en la última Convención de Cómics de San Diego (EE.UU.).
Sus palabras también justifican el hecho de que no existan pases previos para la
prensa, pero como dijo su única estrella, el actor Samuel L. Jackson, hay
películas para criticar y otras para divertirse.
"Y aquí no hay nada que criticar", añadió comparando 'Snakes on a Plane' con
esas sesiones matinales sangrientas y de serie B que tanto disfrutó en su
infancia.
La diferencia en este caso es que hubo un momento en los seis años de gestación
de la cinta que el estudio pensó en hacer de 'Snakes on a Plane' un filme serio
sobre un policía (Jackson) que transporta a un testigo contra la mafia en un
avión en el que sus enemigos han depositado medio centenar de serpientes.
Tan en serio iba el guión que el proyecto quedó en el limbo tras el 11-S, ante
las dudas de si el público estaría preparado para afrontar esas dos grandes
fobias que son viajar en avión y las serpientes.
"A mí nunca me han dado miedo. Es más, me llevo bien con ellas",
respondió la actriz española Elsa Pataky, parte del reparto en una cinta de la
que espera que le abra las puertas en Hollywood.
No está tan descaminada, porque con un presupuesto que no supera los cuarenta
millones de dólares 'Snakes on a Plane' se ha convertido antes de su estreno en
la película más comentada del año, sobre todo, en Internet.
Tanto Jackson como su director, David R. Ellis, han insinuado que hicieron saber
a los cinéfilos de Internet los intentos del estudio de cambiar el título por un
más anodino 'Pacific Air 121', y el deseo de los productores de convertir esta
cinta brutal, sangrienta y llena de violencia en algo para todos los públicos.
Fuera quien fuera el que prendió la mecha, la respuesta en Internet fue
inmediata.
Una búsqueda en Google da doce millones de referencias sobre la cinta, con medio
millón de visitas a la bitácora oficial de 'Snakes on a Plane' y tres millones
en su página web.
En sus mensajes, además de "exigir" la vuelta del título original y expresar su
oposición a una película para todos los públicos, el público tuvo otra
"demanda": que Jackson profiriera una frase llena de juramentos al estilo de su
diálogo en "Pulp Fiction".
Dicho y hecho: el rodaje que había concluido en Vancouver (Canadá) meses antes
reunió durante una semana a sus principales protagonistas para nuevas tomas con
más sexo, violencia y, sobre todo, juramentos.
Así nació esa frase que Jackson ha convertido en el grito de guerra de esta
cinta y que colorea la expresión "estoy harto de las serpientes en el avión" con
epítetos de lo más sonoros.
Ahora es el turno de todos esos aficionados en Internet de demostrar en la
taquilla que su interés por la cinta no era un juego. De hecho, Hollywood
observará este estreno con inquietud.
Los últimos estudios de taquilla señalan un mayor interés entre los jóvenes, el
público a la que está dirigida la cinta, por otro producto adolescente como 'Accepted',
comedia centrada en una universidad ficticia.
Pero si la fórmula de 'Snakes on a Plane' funciona, los estudios escucharán aún
más lo que su público tiene que decir, incluso por encima de la opinión de sus
directores.
O como sugirió Jackson, se dedicarán a meter serpientes en un tren, en un coche
o en un autobús a la búsqueda de una segunda parte.
|