Las autoridades educativas de la ciudad instalarán detectores de señales de telecomunicaciones, para evitar que los alumnos utilicen diminutos audífonos inalámbricos para recibir las respuestas a través de teléfonos móviles.
Además del uso de estos receptores, que se pueden comprar por unos 320 dólares (unos 245 euros), las autoridades prohibirán el acceso a los lugares de examen con teléfonos móviles y reproductores de MP3 a los más de 90.000 alumnos que se presentarán en la capital.
En todo el país, más de 1,28 millones de personas acudirán a los exámenes, aunque apenas el 25 por ciento se asegurará un puesto de trabajo inmediato.
En los últimos años, este tipo de pruebas en China ha sido relacionadas con diversos escándalos, como la filtración de modelos de examen o el caso de personas que se hacían pasar por otras para superar las pruebas.