La concienciación de los conductores provocada por la campaña organizada por Dirección General de Tráfico probablemente sea el principal motivo por el que este año el “manos libres” se ha convertido en uno de los regalos navideños más deseados.
Atender una llamada de móvil mientras se conduce sin un manos libres instalado en el vehículo, conlleva riesgos que muchos conductores no están dispuestos a asumir. Según el artículo 65 de la Ley de Seguridad Vial, se considera como una infracción grave “conducir utilizando cascos o auriculares conectados a aparatos receptores o reproductores de sonido, el uso durante la conducción de dispositivos de telefonía móvil o cualquier otro medio o sistema de comunicación que implique su uso manual(…)”. La sanción por el incumplimiento de este artículo supone la retirada de tres puntos del carné y 150 euros de multa.
Si bien esta muchos conductores eran conscientes de esta prohibición fue la campaña de Tráfico la que aumentó la concienciación… y no era para menos. Entre el 12 y el 25 de noviembre de 2008 se denunciaron a un total de 6.625 conductores por hablar con el teléfono móvil sin usar el manos libres mientras conducían.
Este fue, seguramente una de las causas más importantes por las que este dispositivo, “con años en el mercado” pasó a ser uno de los más deseados.
Según datos de la cadena The Phone House, entre el 28 de diciembre y el 5 de enero, se vendieron más de 2.400 unidades de los que 1.000 fueron instalados en vehículos.
Del total de los 1.000 instalados, el 90% eran de la marca Parrot. El modelo de mayor aceptación, gracias a sus prestaciones y a un precio muy ajustado, ha sido el Parrot CK3000. Entre otras utilidades, permite enlazar hasta tres teléfonos simultáneamente y dispone de un software actualizable.
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