Microsoft ha reportado 31 fallas de seguridad en sus programas sólo hoy, lo que establece una marca para la compañía cuyos productos son codiciados por los hackers y piratas informáticos, ya que son utilizados en la gran mayoría de los computadores en todo el mundo.
Los parches reparan vulnerabilidades en Windows, Office y el Internet Explorer, así también como en piezas clave usadas por empresas en sus centros de datos.
Una vez que los hackers son alertados de este tipo de vulnerabilidades, empiezan a desarrollar software malicioso para explorarlas. Esos programas pueden ser utilizados por cibercriminales para cometer faltas como el robo de identidad, el envío de spam y para tomar control de los sistemas computacionales.
Alertar a estos criminales de las fallas representa un desafío para las empresas ya que necesitan tiempo para probar los parches antes de instalarlos en sus sistemas computacionales. Necesitan estar seguros que el nuevo software no interfiere en los programas ya existentes, porque en ocasiones los parches de seguridad pueden botar el sistema.
Sin embargo, para los consumidores será más fácil enfrentar este problema ya que pueden descargar desde Internet fácilmente los parches ya optimizados, eliminando la posibilidad de ser atacados. Estos parches difícilmente colapsan el sistema de PC que funcionan fuera de una gran red
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