Aquellos que jugaron al primer Prototype recordarán perfectamente la increíble sensación de poder. Golpear a tres mutantes, saltar 100 metros sobre el suelo y montar en un helicóptero para luego destruir con sus misiles un tanque era algo cotidiano para Alec Mercer. La descarga de adrenalina era máxima en este juego y su secuela,...