Cuando el fabricante de muebles IKEA promocionó su última tienda en Estados Unidos preguntando en su sitio web a los consumidores si "estaban preparados para aprovecharse de ellos", uno de ellos aceptó la oferta de una manera novedosa.
Agencias - Mark Malkoff, de 31 años, se mudó a la tienda IKEA de la ciudad estadounidense de Elisabeth, Nueva Jersey, durante una semana mientras que su apartamento en la ciudad de Nueva York era fumigado, porque los apartamentos de sus amigos eran demasiado pequeños para alojarle y los hoteles muy caros.
Su apartamento estaba amueblado con los productos de IKEA, según decía en su sitio web, www.markslivesinikea.com, así que vivir en la tienda no era tan diferente, aunque ningún accesorio del baño funcionase y tuviera que usar los servicios de los trabajadores.
"Soy su huésped así que ellos me cuidan", dijo Markoff durante una entrevista por teléfono desde la tienda en la que se aloja desde el lunes en un dormitorio de 65 metros cuadrados con el consentimiento del fabricante sueco.
"No he planeado una carrera de dormir en tiendas", dijo Malkoff, que el año pasado visitó los 171 Starbucks de Manhattan en 25 horas y lo relató en Internet.
Si los clientes quieren entrar en su dormitorio, Malkoff les hace quitarse los zapatos.
El martes por la noche, Malkoff, cuya esposa ha optado por irse a vivir con unos parientes, están planeando celebrar una fiesta de inauguración de su nueva casa. Planea quedarse en la tienda hasta el sábado.
"La gente está constantemente señalándome, como si fuera un orangután en el zoo", dijo.
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