Usuarios de la China continental experimentaron ayer fuertes problemas de conexión al intentar acceder a la nueva localización de Google.cn y no por problemas de censura.
Los mismos problemas se repitieron al intentar acceder a otros dominios situados en Hong Kong, lugar que ha elegido Google para centralizar todas sus búsquedas y sortear la censura del Gobierno chino.
Por lo que parece, la infraestructura de la antigua colonia del Reino Unido, aunque muy moderna y potenta, se vió incapaz de aguantar el alud de peticiones procedentes del continente.
Las empresas localizadas en Hong Kong andan preocupadas con esta situación. Primero por los problemas que les podría acarrear una saturación de su red de telecomunicaciones pero también por sus relaciones con la Administración china.
Hong Kong sigue manteniendo un estatus especial dentro de China y los empresarios creen que la decisión de Google de trasladar sus actividades a esta zona podría acarrear un cambio de esa situación contrario a sus intereses.
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