La compañía de servicios funerarios, Mémora, ha presentado un servicio para recopilar el rastro que hayan dejado en vida los difuntos en Internet, de forma que los familiares puedan reunir sus mensajes, fotografías, comentarios y otros archivos.
Según ha explicado Oriol Torres, impulsor del proyecto, una vez identificada esta "huella digital", los familiares pueden decidir qué hacer con los datos: cerrar las cuentas de usuario del familiar desaparecido, comunicar la defunción a los contactos que tenia en las redes sociales, extraer la información total o parcialmente o transferir los archivos digitales a quien se designe, siempre que sea posible legalmente.
En este sentido, la compañía de servicios funerarios, que también ofrece la posibilidad de decidir en vida sobre el futuro de la propia huella digital, ha ajustado su servicio a las condiciones de uso y bases legales de las empresas digitales que almacenan la información.
"Se trata de un paso más en el servicio que ofrecemos de gestión de la memoria", ha explicado el director del Grupo Mémora, Eduard Vidal, que ha añadido que la huella digital es cada vez más profunda y representa una parte muy importante de la vida de las personas.
Mémora, con actividad en España y Portugal, ha realizado más de 45.000 servicios funerarios y 13.000 incineraciones en 2010, unos datos que han hecho que se consolide como primer grupo en ambos países.
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