Personas sin Facebook levantas “sospechas” a los reclutadores

imageTener un perfil en Facebook se ha vuelto algo tan común que cualquier persona que no esté entre los 955 millones de usuarios de la mayor red social de la actualidad puede ser considerado "sospechoso" por empleadores, psicólogos y, claro, los amigos que no aceptan esa exclusión digital.

Estar en Facebook -y en tantas otras redes sociales- se volvió algo normal, mientras que optar por no participar se ha tornado algo extraño.

Los motivos para tal consideración son diversos. Responsables de contratar empleados en una empresa consideran que la ausencia de perfil en alguna comunidad digital puede indicar que el candidato ha sido excluido por infringir alguna regla interna o que esa persona tiene informaciones relevantes para ocultar, según indica un artículo del periódico inglés Daily Mail.

Buscando empleo

Este es un hecho considerado por los equipos de Recursos Humanos, que investigan la presencia en línea de los candidatos y pueden llegar a rechazarlos dependiendo del contenido que encuentren en sitios como Facebook, indica un estudio de la empresa de monitoreo Reppler.

También es posible que el candidato en cuestión gane puntos para una eventual contratación a partir de los comentarios positivos de amigos y antiguos jefes, por ejemplo, indica Forbes.

De manera semejante, hay psicólogos que consideran la existencia de perfiles en la web como señal de una vida social activa y saludable.

Por otro lado, relaciones predominantemente virtuales pueden reforzar sentimientos de ansiedad en el mundo real, fuera de línea. Tal exclusión digital, según algunos especialistas, podría también significar una falta de amigos en el mundo real, indica por su parte el blog Mashable.

Francotiradores

La revista alemana Der Taggspiegel llegó al extremo de señalar que dos autores de masacres recientes (Anders Behring Breivik, que mató a 77 personas en Noruega, y James Holmes, que mató a 12 en un cine de Estados Unidos) tenían una característica en común: ninguno participaba de redes sociales.

Ambos mantenían perfiles en sitios oscuros, aunque ninguno tenía su nombre en las más grandes redes sociales del momento.

Riesgo de exageración

Tantas argumentaciones dejan al menos una pregunta: la sospecha que recae sobre esos "fantasmas virtuales", ¿es suficiente para negar una vacante de empleo o creer que ese es un paso para la formación de un psicópata? Difícilmente.

No obstante, en la medida en que las redes sociales cada vez se extienden más y se revelan duraderas en lugar de pasajeras, es inevitable que alguien sin perfil en Facebook, por ejemplo, deba enfrentar frecuentemente la pregunta de empleadores, psicólogos y amigos: "¿por qué?".