#Food Porn... como conseguir las mejores fotos de suculentos platos de comida

FoodPorn

Food Porn es un fenómeno que se ha apoderado de las redes sociales, principalmente de  Pinterest, Instagram, Flickr y Tumblr.

Esta tendencia se basa en fotografiar la comida y compartir las imágenes con el mundo. Pero no se trata de imágenes comunes, sino de fotos con ángulos originales que muestren platillos exóticos así como la creatividad de quien esté detrás de la cámara. Para que sea considerada Food Porn, la fotografía debe ser muy llamativa y despertar el deseo de quien la mire, es decir, ser altamente provocativa.

Antes de ser popularizado en las redes sociales, el término era usado por los medios publicitarios y los expertos en gastronomía. ¿Quieres unirte a este movimiento? Postea las fotos de tu comida y añade el hashtag #FoodPorn. Así será más fácil que quienes exploren esta categoría se topen con tus imágenes.

Aquí te damos algunos tips para que tu foto no sea una más en Instagram y cumpla su objetivo: hacer salivar a tus conocidos (como mínimo).

Ayúdate con un filtro “profesional”. Existe un sinfín de filtros que puedes conseguir en Instagram –unos cuestan, otros no– y que le darán a tus fotografías un toque muy artístico. Mejorarán los colores, harán que tus fotos se vean vintage o les añadirán un marco muy al estilo de una fotografía Polaroid. ¿Algunos de nuestros preferidos? El Nashville, el Kelvin y el Hudson. Ahora bien, existe una corriente que reniega de los filtros de Instagram y se identifica con el hashtag #sinfiltro. Es cuestión de gustos.

Escoge un sitio con iluminación natural. Siéntate cerca de una ventana o, de plano, saca tu plato a la terraza (todo sea con tal de obtener la mejor iluminación posible). Las luces fluorescentes son un rotundo NO para tus fotos.

Pon tu plato sobre una superficie lisa. La idea es que lo que se encuentra en tu plato sea lo principal de la imagen, y no compita en protagonismo con un mantel floreado, por ejemplo. Así que deja los manteles decorados para otra ocasión y pon tu comida sobre una mesa de madera o un mantel de color liso.

Añade detalles simples. Para componer tu foto puedes añadir al cuadro unas cuantas flores, un par de cubiertos, un libro o el menú del restaurante en el que te encuentras. Sólo recuerda: no satures demasiado la foto o quienes la miren distraerán su atención de lo realmente importante: la comida.