¡Adiós al fijo! Cuatro de cada 10 hogares en EEUU prescinden ya del teléfono fijo

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Cuatro de cada diez hogares en Estados Unidos (exactamente un 41 %) se comunican exclusivamente por teléfonos móviles y no cuentan con línea fija, según una encuesta publicada hoy por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).

Esta cifra representa un aumento de la telefonía móvil en los últimos años en EE.UU., indica el estudio, que analiza el uso de teléfonos celulares durante el segundo semestre de 2013.
Los hispanos, los jóvenes de 30 a 34 años y los adultos que comparten y alquilan piso figuran entre los colectivos con mayor tendencia a depender únicamente de teléfonos móviles.
Por su parte, los hispanos adultos se comunican más exclusivamente por móviles, con un 53,1 %, frente a un 35,1 % de los no hispanos y un 42,7 % de los afroamericanos.

En cuanto a la tendencia generalizada, la encuesta apunta hacia una disminución en el ritmo de aumento de los hogares que utilizan solo teléfonos móviles respecto a años anteriores,con un crecimiento de 1,6 % en el segundo semestre de 2013, frente a un 2,8 % de incremento en el mismo periodo de 2012.

El 41 % de hogares que no cuentan con línea fija ascienden a 93 millones de adultos y 35 millones de niños en el país, los hombres superan a las mujeres con un 40,4 % frente a un 37,9 %.
Igualmente, el estudio revela que en Estados Unidos cerca del 2,5 % de los hogares no cuentan con ningún servicio de telefonía, una cifra que asciende a 5 millones de adultos y 2 millones de niños.

Entre los hogares entrevistado con móviles y línea fija, un tercio de ellos afirma recibir llamadas en sus teléfonos móviles exclusivamente.

Los resultados de esta encuesta apuntan que muchas personas mantienen la tradicional línea fija por "comodidad", o "como parte del paquete" que las compañías de telefonía venden a sus clientes junto con la televisión por cable y el servicio de internet.

La venta de estos "paquetes" ha sido cuestionada por algunos legisladores estadounidenses, que han acusado a las compañías de cable de vender un conjunto de servicios que los consumidores no utilizan.