Los internautas podrán subir a la "Torre de Babel" en que
se ha convertido la red electrónica mundial o Web, donde hay
contenidos en al menos 65 idiomas, con el uso de un traductor
multilingüe automático inventado en Bolivia.
Para superar la confusión idiomática que reina en la red, en
la que el inglés pese a tener primacía no ha podido imponerse,
los internautas cuentan ahora con el traductor Atamiri, cuyas
virtudes están a prueba en el "chat" denominado "qopuchawi".
En la lengua aymara, Atamiri significa "comunicador" y "qopuchawi"
equivale a "sitio donde se charla".
El matemático boliviano Iván Guzmán de Rojas, de 68 años,
explicó a EFE los alcances de su invento que permite dialogar
en la red en español, francés, italiano, portugués, rumano e
inglés, pero tiene potencial para otros seis idiomas.
La puesta en marcha del programa en la web hizo posible que el
Atamiri, concebido hace dos décadas pero que ha sufrido
retrasos en su desarrollo por diversos motivos, dé un salto a
la modernidad y muestre sus beneficios para los internautas,
indicó el inventor.
El programa "qopuchawi" puede bajarse gratuitamente de la red
mundial (www.atamiri.cc) y fue estrenado hace un mes en París
ante la Unión Latina, que financió la inclusión del rumano con
un modesto presupuesto de 60,000 dólares para una versión
piloto.
El científico boliviano le asigna al Atamiri, que usa para sus
traducciones multilingües una matriz basada en una
representación formal del aymara, un gran futuro en el mercado
global de las traducciones porque permite la interconexión
entre varias lenguas.
A diferencia del traductor Systran, que se usa en Europa, que
trabaja con 16 lenguas y permite la traducción de idiomas por
pares, el invento boliviano puede traducir varios idiomas a la
vez reduciendo los costos de la inversión.
Para ilustrar las diferencias entre ambos programas, Guzmán de
Rojas asegura que su creación ofrece la traducción del
italiano, el francés y español al portugués, del sueco al
inglés, y tiene el rumano, que no lo posee el Systran.
Las otras lenguas que el inventor está desarrollando con el
"trabajo hormiga" de un equipo compuesto básicamente por su
esposa, Gladys Dávalos, y su hijo Marcel, son el sueco, el
ruso, el holandés, el húngaro, el alemán y el aymara, lengua
indígena hablada en Perú y Bolivia.
Estas otras seis lenguas podrán entrar al chat "qopuchawi" en
dos meses más, conforme avance la elaboración del vocabulario
de cada idioma.
"Todo el mundo pensó que el inglés se iba a convertir en el
lenguaje universal en Internet, pero eso no ha sucedido y el
buscador Google tiene un directorio de 65 lenguas, porque
todos quieren salir con identidad propia en la red", apuntó.
Si bien Guzmán de Rojas trabaja en su invento desde hace 20
años, no pudo explotarlo por falta de dinero y por haberse
dedicado en la última década a trabajar en la Corte Nacional
Electoral (CNE) de Bolivia, de la que fue su presidente.
Volcado nuevamente a su ingenio está decidido a explotarlo
comercialmente en el mercado global de las traducciones y
confesó que, para eso, busca casi desesperadamente a
inversores bolivianos que estén dispuestos a financiar de
inicio dos millones de dólares y luego entre cuatro o seis
millones para completarlo.
El inventor considera esa inversión pequeña para desarrollar
un adecuado nivel lexicográfico, permitiendo hasta 80,000
entradas por lengua, de la docena de idiomas que planea
ofrecer para traducciones con un 95 por ciento de calidad.
Los cálculos de expertos en el sector señalan que el mercado
de traducciones a través de Internet tiene un potencial de
4,000 millones de dólares anuales, cifra que, según Guzmán de
Rojas, debería estimular a cualquier "inversor boliviano con
visión de negocios".
El inventor está empeñado en que Atamiri se lance al mercado
con el sello boliviano aunque está consciente de que si no se
encuentra a un inversor local deberá buscarlo fuera del país,
con el riesgo de que luego lleve una etiqueta trasnacional.
AGENCIA EFE
sábado mayo 24, 2014 |