El dilema llega al buzón en forma de folleto a todo color de un gran centro
comercial. La publicidad escala con el resto del correo hasta la mesa del salón
o de la cocina, donde los ojos más jóvenes de la casa buscan con avidez las
últimas novedades tecnológicas.
Agencias - Y encuentran su producto en la página conjunta a
los televisores: el reproductor de DVD. Y por sólo unos 140 euros, ¡qué mejor
oportunidad para jubilar el maltrecho vídeo! Llegados a este punto se desata el
conflicto, porque en la compra final es vinculante el consentimiento del cabeza
de familia que, según los estudios, es también el más reticente a abandonar su
VHS y su correspondiente colección de películas. Es la guerra doméstica: vídeo o
DVD. Y cada uno tiene sus partidarios.
El cambio de aparato es menos traumático en jóvenes con poder adquisitivo, que
además suelen ser grandes defensores y fieles consumidores de los avances del
DVD. Ellos tienen también buena culpa de la creciente e imparable popularización
de este sistema y del aumento del consumo de películas en formato digital, un
mercado que en los dos últimos años ha vivido un espectacular incremento hasta
el punto de superar en ventas al VHS.
Según un estudio de la Sociedad General de Autores de España (SGAE), la
adquisición de títulos en DVD alcanzó en 2001 los 133,7 millones de euros,
mientras que la factura de cintas VHS se quedó en 126,7 millones.
La opción de futuro
La pujanza del sistema digital y el retroceso del soporte magnético «se explica
no sólo por la mayor calidad audiovisual del DVD, sino también por tratarse de
un producto con más futuro y por el valor añadido de los extras que se incluyen
-escenas eliminadas en el montaje final, biografías de los actores y directores,
reportajes sobre la película, Cómo se hizo...-», explica la directora de la
división de Vídeo-DVD de Lauren Films, Myriam Valle, que añade que en estos
momentos todos los filmes de lanzamiento se editan en ambos formatos domésticos.
Por contra, el vídeo tradicional continúa siendo la opción preferida por los
consumidores a la hora de alquilar películas en videoclubs, ya que en 2001 el
VHS género un volumen de negocio de 177 millones de euros frente a los 6,2
millones del DVD. «El parque de reproductores magnéticos es mucho mayor que el
de aparatos digitales -el 74% de los hogares españoles posee vídeo VHS, mientras
que los lectores de DVD están presenten en el 5,7-, por lo que todavía quedan
muchos años para que desaparezca la tradicional cinta», señala el propietario de
un videoclub, que, no obstante, añade que en el presente año el alquiler de VHS
y DVD se ha comenzado a equiparar.
Aunque el vídeo magnético no desaparecerá a corto plazo -existen en estos
momentos 9,4 millones de reproductores en los hogares españoles-, lo que es
indudable es que el DVD acabará arrinconando al VHS; un proceso que se podría
comparar con el experimentado en la música tras la popularización a finales de
los 90 del CD digital y el olvido del vinilo y el casete, formatos que hoy
suenan a prehistoria.
domingo mayo 25, 2014