La Confederación Española de Consumidores y Usuarios (CECU) ha hecho
público un comunicado en el que recomienda extremar las precauciones
y, sobre todo, estar bien informados de los derechos que nos asisten
como consumidores en los denominados "cotillones" de fin de año,
acontecimientos que se organizan exclusivamente para celebrar la
llegada del nuevo año.
CECU recuerda que estas fiestas deben cumplir una serie de
requisitos. Así, en primer lugar, deben disponer de un permiso
especial de apertura que conceden los ayuntamientos. Previamente a
la concesión de esta licencia -de la cual puede solicitar copia el
usuario-, la empresa organizadora no podrá vender entradas de la
fiesta. Por todo ello, la Confederación aconseja no comprar entradas
por anticipado sin cerciorarse de que existe este permiso.
En esa misma línea otra organización de
consumidores, la UCE, recomienda "tener referencias" de la
empresa organizadora, saber que tiene licencia municipal y cuenta
con los permisos oportunos.
Jesús López, de la Unión de Consumidores, explicó
a Europa Press que una de las irregularidades más frecuentes en este
tipo de eventos es que las organizan particulares, que alquilan un
local y sin contar con la autorización necesaria se dedican a vender
entradas y ofrecen un mal servicio.
"Estas fiestas no tienen seguridad y en ocasiones superan el
aforo permitido ya que a los organizadores lo único que les interesa
es ganar dinero y llenar el local, incluso poniendo en peligro la
vida de los asistentes", apuntó.
López subrayó que "debemos valorar quién es la persona con la que
estamos realizando esa contraprestación para comprar la entrada y
valorar realmente el tipo de fiesta a la que acudimos para que no
nos llevemos sorpresas".
Así, señaló que "a veces descubrimos que la persona que nos ha
vendido la entrada es un particular y que la fiesta en cuestión es
una especie de reunión de amigos que en muchas ocasiones no tiene ni
condiciones de aforo el local, ni nos prestan un servicio de
calidad".
En cuanto al derecho de admisión, no puede ser utilizado de forma
indiscriminada. En este sentido, CECU indica que salvo casos de
actitudes agresivas, xenófobas, racistas o violentas, no se puede
prohibir la entrada a los usuarios. Añade que las condiciones del
derecho de admisión deben figurar en lugar visible a la entrada de
los locales.
Asimismo, los establecimientos donde se celebren los "cotillones"
están obligados a tener hojas de reclamación a disposición del
público, y éstas deben estar selladas por el Gobierno Civil o el
Ayuntamiento de la localidad.
CECU apunta además que estas instalaciones no deberán, en ningún
caso, superar el aforo permitido, y utilizarán vigilantes jurados
cuando éste supere las cien personas. Precisa que los locales deben
garantizar las condiciones de solidez de las estructuras y del
funcionamiento de las instalaciones, con la prevención y protección
de incendios, con la accesibilidad de los medios de auxilio externo,
y con un contrato de seguro que cubra los riesgos de incendio del
local y de responsabilidad civil.
Por otra parte, con el objetivo de asegurarse el buen estado de los
alimentos y bebidas que se consuman en estas celebraciones, la
Confederación recomienda valorar la higiene y calidad de los mismos
en el momento de la consumición, y en caso de duda, aconseja
solicitar a los responsables que se cercioren del cumplimiento de la
legislación vigente en materia higiénico-sanitaria.
Finalmente, recuerda que la publicidad de estos eventos tiene el
mismo valor que un contrato. Por ello, recomienda guardarse los
folletos publicitarios de estas celebraciones, ya que pueden servir
para una posible reclamación.
Las denuncias más frecuentes sobre los cotillones es que carecen
de seguridad, a veces se rebasa el aforo y esto llega a impedir que
los asistentes puedan acercarse a la barra a tomar una bebida. Otra
queja es que se cobran precios muy altos y el servicio no se
corresponde con estas tarifas, finaliza el
representante de la UCE |