Segunda Mano - Qué sensación deseas
impregnar en el ambiente es la clave para lograr vestir de tiros
largos a tu mesa en estas fechas tan especiales. Ya que partiendo de
esa premisa, se elegirán los complementos que contribuyan a crear la
atmósfera deseada.
El siguiente paso consistirá en la decoración de la habitación y,
en decidir si los niños se sentarán en la mesa principal o en otra
más pequeña.
Si buscas instalar en el ambiente un aire informal pero festivo y
creativo, elige un mantel de color crudo y complementos con los
colores propios de estas fiestas: oro, plata, rojo y verde. Puedes
instalarlos en la mesa a través de pequeños detalles, como velas,
centros de mesa, servilleteros o bajoplatos.
Si decides situar a los pequeños en otra mesa decórala con
motivos infantiles, tales como centros navideños a base de figuras
de animales, personajes de dibujos animados, etcétera, todos ellos
hechos con cera y combinados con motivos propios de la Navidad.
Una mesa para cada ambiente
Aires románticos. Si deseas crear un ambiente con cierto aire de
romanticismo, que destile intimismo y sea apacible y acogedor, pon
en tu mesa un mantel blanco de hilo con finos y elegantes bordados.
Resulta ideal para crear una atmósfera llena de encanto, pero con un
cierto toque antiguo.
Clasicismo de hoy.
Si quieres dar ese toque clásico y a la vez moderno que tanto se
lleva últimamente, elige una vajilla lisa o con flores en relieve;
las copas han de ser de cristal italiano y, para completar, algunas
piezas de plata o alpaca. La mezcla de estos elementos creará un
conjunto clásico, ideal para compartir una cena de Nochebuena o
Nochevieja. Si deseas resaltar aún más el clasicismo, pero al mismo
tiempo poner un toque de modernidad, utiliza una vajilla blanca de
porcelana y bajoplatos lacados, de color plata o tonos oscuros y
brillantes, principalmente verde y rojo.
Para completar la decoración utiliza servilleteros de cristal o
metacrilato. Un candelabro de cuatro brazo, con velas de distintos
colores, como centro de mesa queda perfecto. El resultado final será
una mesa con aroma de antaño y la alegría y refinamiento de hoy.
A la vanguardia.
La gracia de este estilo se encuentra en la originalidad de los
complementos y en su disposición en la mesa. Si buscas sencillez y
originalidad emplea el color como hilo conductor de todos los
elementos.
Un mantel de organza decorado con flores bordadas con platos blancos
y fuentes en tonos oscuros, esta mezcla resulta ideal para imprimir
un cierto toque de sibaritismo en el ambiente.
También puedes optar por un mantel de algodón y flores de damasco.
En este caso se impone el contraste de colores, ya que posibilita
jugar con ellos para instalar diferentes combinaciones en la mesa.
Combinar distintos estilos a través de los colores o los
complementos es una fórmula que sólo es aceptable cuando se trata de
actos informales. En una cena o comida de compromiso la decoración
de la mesa ha de ajustarse a ciertas reglas de protocolo.
Sobriedad y funcionalidad.
Para este tipo de mesa puedes emplear mantel de organdí con
delicados motivos; platos con estructuras orientales -cuadrados o
asimétricos-, pero de porcelana. La sobriedad de estos elementos
hará que el ambiente adquiera un aire sencillo y a la vez muy
elegante y funcional.
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