Por Jorge Gobbi
([email protected])
- Quienes aún insisten en navegar la Web con Microsoft Internet Explorer –el 95%
de los usuarios de la Red, por cierto– suelen tener una larga serie de quejas
sobre la calidad de su navegación. La apertura incesante de pop-ups, la
aparición de scripts maliciosos en JavaScript y ActiveX, y el desvío hacia el
“MSN Search” cada vez que ingresan una dirección equivocada, son algunas de las
quejas más habituales. Esta nota va dirigida particularmente a esos usuarios que
quieren mejorar la calidad de su navegación, sin tener que abandonar Explorer.
Para ello, pueden probar estos “filtros” para la Web, que tienen el objetivo de
evitar esos problemas.
Este tipo de programas actúan a modo de proxies, y de esa forma impiden la
ejecución de códigos maliciosos, y nos dan la posibilidad de eliminar ciertos
contenidos. Como estos programas le permiten al usuario eliminar los banners de
publicidad, han causado mucha polémica. De hecho, algunos sitios en Internet han
implementado políticas para no dejar ingresar a aquellos usuarios que bloquean
la aparición de los espacios publicitarios.
En este artículo, reseñamos dos programas de “filtrado” de la Web: Proxomitron,
FilterGate y Ad Substract Pro. Además, les contamos qué otras opciones hay,
sobre todo si les interesa tener acceso a programas más completos pero bastante
difíciles de configurar.
Proxomitron es, probablemente, el filtro más conocido para la Web. Es capaz de
eliminar de manera automática algunos elementos que muchas veces son muy
molestos. Por ejemplo, pop-ups, banners de publicidad, fondos musicales en MIDI,
etc. Para que funcione, hay que instalarlo y configurar el proxy de Internet
Explorer como localhost en el puerto 8080. Para acceder a ese menú, hay que ir a
[Herramientas/Opciones de Internet/Conexiones] e ir a nuestras cuentas de acceso
a Internet. En el caso de que tengamos dial-up, al proveedor que tengamos
marcado; pero si accedemos mediante banda ancha, hay que ir a [Configuración de
LAN/Opciones avanzadas], escribir localhost y, en [Puerto], 8080.
Para funcionar, Proxomitron debe estar operando en background. Pero el programa
no tiene ninguna opción para arrancar con Windows, por lo que es recomendable
hacer un acceso directo en la carpeta INICIO de Windows. Si no ejecutamos
Proxomitron, Explorer simplemente no funcionará.
Por cierto, Proxomitron es compatible con cualquier navegador, sea Explorer,
Opera, Mozilla u otros. Sin embargo, es en Explorer donde puede mostrar toda su
funcionalidad. Consume muy pocos recursos. A diferencia de otros bloqueadores de
pop-ups, Proxomitron sólo ocupa 1 MB de memoria RAM.
Cuando bloquea publicidades, en algunos casos puede alterar el formato de la
página que estamos observando y provocar que ésta se vea de manera incorrecta en
el navegador. Pero, por suerte, podemos configurar Proxomitron para evitar que
filtre el contenido de alguna página, si detectamos que nos provoca problemas.
Para eso debemos abrir el programa con sólo el icono que se encuentra residente
en la barra de tareas, e ir a [Config/Blockfile] y abrir la lista [Bypass].
Allí, agregamos la URL de la página que no queremos que filtre Proxomitron.
Debemos tener cuidado de incluir los signos “[^/]++” –sin las comillas– delante
de la dirección que queremos sumar. De la misma manera, podemos agregar sitios
cuyas cookies queremos conservar –archivo CookieList–, o cuyas imágenes
preferimos no ver nunca más –NoImages–.
Las desventajas del programa son que siempre hay que tenerlo residente en
memoria para que funcione, y que es algo difícil de configurar para un usuario
novato. Su aspecto gráfico predeterminado es más bien horrible, y conviene
desactivar esas feas texturas que trae de fondo. Basta con ir a [Config] y
seleccionar [Don’t use Textures].
El programa tiene una serie de utilidades extra muy interesantes. Se lo puede
configurar para navegar de manera anónima, si lo configuramos para que use un
proxy. Una lista de este tipo de proxies se puede bajar de www.multiproxy.org/downloads.htm.
Hay que recordar que, a veces, el costo de una navegación anónima es una
sensible pérdida de la velocidad a la hora de acceder a Internet.
Proxomitron es gratuito, y se puede bajar de
www.spamblocked.com/proxomitron/ProxN44.exe.
FilterGate es la solución más sencilla de implementar para aquellos
usuarios que saben que únicamente usarán Internet Explorer. Tiene una gran
cantidad de opciones para filtrar contenidos. Para comenzar, evita la apertura
de pop-ups y los banners de publicidad. Pero, además, hay una serie de
interesantes opciones en la parte de [Privacy]. La aplicación permite bloquear
las cookies que se dediquen a seguir nuestra navegación en la Web, así como los
Web bugs, que cada vez es más sencillo encontrar en Internet.
Todas las acciones que ejecuta FilterGate se guardan en un log, al que se puede
acceder simplemente abriendo el programa –basta con hacer clic derecho con el
mouse sobre el icono en la barra de tareas– y yendo a [Log]. Además, FilterGate
se actualiza de manera automática si tenemos marcada la opción [On] en [Update].
El programa incorpora un filtro para contenidos “adultos”, que opera con una
lista negra de sitios que se actualiza periódicamente. Por default, esta
utilidad está inhabilitada.
Si bien esta aplicación es una excelente alternativa para los usuarios de
Explorer, no lo es tanto para quienes usen otros navegadores. En Opera causa
muchos problemas –muchas páginas directamente no cargan–, y en Mozilla Firebird
simplemente no bloquea nada. Otro inconveniente es que para que deje de
funcionar por un momento –la función [Bypass] de Proxomitron–, primero hay que
cerrar Explorer.
El programa no es gratuito, aunque se puede conseguir una versión de prueba, que
bloquea hasta 2000 elementos. Si nos interesa conservarlo, el registro cuesta
U$S 34,95. La página web es www.filtergate.com.
Ad Substract Pro es bastante similar a FilterGate, ya que prácticamente
se configura solo, sin requerir intervención del usuario. Al igual que
Proxomitron, funciona como un proxy a través del puerto 8080. A diferencia de
este último, el programa tiene una interfaz más sencilla, sobre todo en cuanto
al manejo de cookies.
A pesar de que esta aplicación es paga –cuesta U$S 29,95–, su funcionamiento a
la hora de bloquear publicidades fue de menor calidad que en los casos de
Proxomitron y FilterGate. Ad Substract Pro puede soportar los navegadores
Internet Explorer, Netscape y America Online. De www.adsubtract.com es posible
bajar una versión de prueba de 30 días.
Privoxy es un muy completo filtro, capaz de bloquear pop-ups, banners de
publicidad y manejar cookies, entre otras funciones. A su favor se destaca el
hecho de que es gratuito y de código fuente abierto. En contra, que realmente es
muy complejo para configurar. No es recomendable para usuarios novatos. Se lo
puede bajar de www.privoxy.org.
Privacy Companion es otra aplicación que nos permite personalizar ciertos
contenidos que encontramos en páginas web. Se enfoca particularmente en
comunicarnos cuánta información están recolectando sobre nosotros a partir del
uso de cookies y otros elementos. Por desgracia, el programa no se actualiza
demasiado, y ni siquiera existe una versión para XP. Para aquellos usuarios de
Windows 9x y Explorer 6, sólo hay disponible una versión beta. Se puede bajar de
www.idcide.com/pages/per_down.htm.
Por su parte, Webwasher es un proxy para filtrar publicidad, cookies,
etc. Evita que ciertos scripts maliciosos afecten nuestra PC. Hay una versión
gratuita para usuarios hogareños, que se llama Webwasher Classic. Si ya tienen
otro programa usando el puerto 8080, tengan la precaución de desinstalarlo antes
de ejecutar Webwasher. Pueden bajarlo de www.webwasher.com/client/download/private_use/index.html.
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