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Agencias - En su fiesta de 50 cumpleaños, tras la final de la liga que vio
descender a su equipo, el dirigente hizo escuchar a la flor y nata del fútbol y
la prensa unas grabaciones que contenían pruebas de que por lo menos 18 partidos
habían sido arreglados por dinero.
El asunto tuvo cola durante años, 53 jugadores y técnicos fueron llevados a los
tribunales y muchos otros fueron amnistiados o cedidos gentilmente al
extranjero. La Bundesliga quedó sumida en el descrédito, reflejado en las cifras
de espectadores, que cayeron a menos de 18.000 por partido.
Un cuarto de siglo después, el fútbol alemán vuelve a ser sacudido por un caso
de corrupción que amenaza con hacer olas justamente en momentos en que los
germanos liman con afán su imagen de cara a la Copa de Confederaciones del
próximo junio y a la gran prueba, el Mundial Alemania 2006.
En el ojo del huracán está el joven Robert Hoyzer, un apuesto y ambicioso
árbitro de segunda y tercera división, de meteórica carrera y brillantes
perspectivas. Hoyzer, según la denuncia de colegas y pruebas que dice haber
reunido la Federación Alemana de Fútbol (DFB), arregló mediante decisiones
dudosas los resultados de unos cinco partidos de Copa y tercera división a los
que había apostado dinero.
La primera sospecha surgió en un partido de primera ronda de la Copa, en el que
el Hamburgo fue eliminado por 4-2 por el modesto Paderborn, de tercera, con dos
polémicos penales cobrados por Hoyzer y la expulsión del campo del delantero
hamburgués Emile Mpenza.
Agencias de apuestas alertaron a la DFB que habían sido jugadas sumas
inusualmente elevadas en varios locales de Berlín a favor del Paderborn. Las
investigaciones de entonces no dieron frutos hasta que cuatro colegas de Hoyzer
se decidieron a hablar días atrás.
Al parecer, el joven árbitro -25 años- había estado ufanándose de lo fácil que
era ganar dinero como referí. La revista "Stern" señala hoy que el berlinés
tenía contactos con la mafia croata, una información que ya maneja la DFB. Es un
secreto a voces que el mundo de las apuestas de la capital alemana es controlado
por croatas.
Hoyzer presentó la renuncia como árbitro y socio del club Hertha Berlín, y tras
varios días negando tener algo que ver con las acusaciones, finalmente emitió
una nota de prensa reconociéndolo públicamente. "Las acusaciones en mi
contra son ciertas en la parte esencial. "Hoy entregué todos los documentos y
las informaciones que poseo sobre las personas y las cosas relacionadas con este
caso, y estoy a disposición de los tribunales y de la DBF para esclarecer
totalmente este caso", afirmó. Asimismo, se mostró arrepentido por lo hecho
y pidió disculpas. "Lamento profundamente mi actitud y pido disculpas a la
Federación Alemana, a mis colegas árbitros y a los hinchas de fútbol".
El caso ahora ha pasado a la Justicia, que teme que ésta sea sólo la punta del
iceberg.
"Detrás puede que haya una verdadera mafia de las apuestas y estemos
empezando a remover un gran avispero", estima el fiscal encargado de las
investigaciones, Joachim Geyer. "Puede haber otros implicados, hasta
jugadores y sería ingenuo no creerlo", agrega.
Los tiempos han cambiado mucho desde los hinchas de fútbol ponían sus crucecitas
en la quiniela para ganar un pequeño monto. Las nuevas tecnologías, como
Internet, han potenciando la manipulación de partidos y las sumas que se manejan
no tienen límites.
"Hoy en día se puede apostar a nivel mundial, por ejemplo, a que en el
partido de la Uefa entre Atenas y Tbilisi, los visitantes dominen en el primer
tiempo pero Atenas se lleve el triunfo", cita el "Hamburger Abendblatt" al
futbolista amateur y apostador Dirk Paulsen.
La cuota para tan inusitado desarrollo del partido disputado en diciembre pasado
era 30 a 1. "Y fue así, Tbilisi ganaba el primer tiempo 1-0 y al final quedó
Atenas 5-2 ...".
Paulsen dice que las dudas lo asaltan cuando se anotan autogoles en los últimos
minutos, o se interrumpe el cotejo por desperfectos de iluminación o por amenaza
de bomba "como hace poco en el caso del Real Madrid, cuyo partido fue
suspendido poco antes del fin. Quizás a alguien no le gustó el resultado".
Apostar se ha convertido en juego de niños, especialmente a través de Internet,
se esté en Shanghai, Londres o Buenos Aires. En Alemania se calcula que el
negocio de las apuestas mueve entre entre 700 y 800 millones de euros (830 y
1.040 millones de dólares), de los cuales un 80 por ciento son en el ámbito del
fútbol.
Todo esto era algo que parecía ignorar la Federación Alemana de Fútbol, la mayor
del mundo, con seis millones de afiliados. Los abusos de esta índole solían
provenir de Italia, la República Checa o Turquía. Como mucho de la extinta
Alemania comunista, donde algunos árbitros amigos del régimen dieron más de una
mano para que el Dínamo Berlín consiguiera uno de sus diez títulos.
El escándalo sorprende al ente rector del balompié germano en el peor momento,
cuando pone todo el empeño en la organización de dos certámenes como la Copa de
Confederaciones y el Mundial de Alemania 2006. Además de reuniones de crisis, se
barajan varias medidas, incluso la de profesionalizar el arbitraje.
"Imagínese que Hoyzer venga y empiece a dar nombres. Nombres de asistentes
que lo ayudaron a arreglar resultados. ¡Lo que pasaría en este país, un año
antes del Mundial!", advierte, el decano de los árbitros alemanes, ya
retirado, Wolf-Dieter Ahlenfelder, resumiendo los temores que cunden entre los
dirigentes.
Una preocupación compartida por los máximos dignatarios de la FIFA que
ante la cercanía de la Copa de Mundo de 2006, la Federación Alemana de Futbol
"está obligada a mantener el apoyo a las investigaciones de las autoridades
competentes y de llevar a cabo investigaciones adicionales dentro de las
estructuras de la asociación", para detectar casos similares como el
suscitado.
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