No sólo las españolas saben besar de verdad: la norteamericana Cherie Byrd
tenía tan alta su autoestima que decidió compartir sus secretos en el arte del
ósculo y en 1998 fundó la “Academia del Beso”, en Seattle. La sicoterapeuta de
56 años, quien se considera una “besadora lasciva”, ha enseñado su técnica a más
de 400 parejas y tiene una teoría: “un mal primer beso presagia una relación
sentimental terrible e infructuosa”, pues ese primer contacto resulta crucial
para avanzar hacia el erotismo.
Hoy sus clases se copan de parejas que pagan 275 dólares (155 mil pesos) por
aprender la técnica. Cada sesión comienza con un masaje de pies, un baile
sensual y besos en la mano, para luego aprender trucos, como besar sólo el labio
superior. Al final cada uno se pone una nota.
Pero la gringa no se quedó ahí. También lanzó el libro “La escuela de besar:
siete lecciones en amor, labios y la fuerza de la vida”, ya que los besadores
tímidos eran muchos más de lo pensado. Si se siente identificado, no se
desespere. He aquí algunos datos para convertirse en besador o besadora con
mayúsculas:
- No apure las cosas. La mayoría de los hombres son besadores impacientes y
las mujeres se sienten pasadas a llevar. Disfrute el momento y actúe en unión
con la pareja.
- Relájese. No hay nada peor que un beso con los labios apretados, es
impersonal y frío.
- Fusiónese con la pareja. Visualice ambos cuerpos juntándose a través de la
piel, de forma tierna y apasionada.
- Respire profundo y viva el aquí. Eso deja fluir la energía sexual.
- Exprésese. Gemir y otras expresiones de placer le dicen a su compañera (o)
que está disfrutando la experiencia.
- Capte el ritmo. Sin entrar en frenesí, intercambie al principio una serie
de besos lentos, suaves y cortos.
- Bese como si fuera la última vez.
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