"Gamarelli", la sastrería a la que acuden los cardenales y papas para encargar sus mejores galas
Situada en pleno corazón de Roma, Gammarelli es desde 1793 la sastrería del Vaticano y el modisto oficial de todos los Papas, salvo de Pío XII que prefirió recurrir a los servicios de un amigo, informa AFP

Gammarellis clerical outfitters
Gammarelli's window display
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En Gamarelli se encuentran todos aquellos elementos imprescindibles en la vestimenta de los príncipes de la iglesia y también del Papa

El hábito no hace al monje pero vestir al jefe de la Iglesia es una tarea tradicional, impregnada de secretos y vanidades escondidas.

Gammarelli cosió las vestimentas de Juan Pablo II desde el día en que fue elegido Papa hasta el final de su vida.

Además, a esta sastrería acuden también religiosos, cardenales, obispos y sacerdotes del mundo entero, además de laicos que buscan por razones diferentes hábitos o complementos religiosos.

Meses antes del nombramiento de Juan Pablo II, esta particular casa de moda preparó tres sotanas blancas: una para un futuro Papa obeso, otra para un delgado y otra para uno de corpulencia media, así como cuatro pares de zapatos de números diferentes.

Para Juan Pablo II, Gammarelli cosió a lo largo de sus más de 26 años de Pontificado varios trajes históricos: el que usó para celebrar misa en Washington, con una estola verde, lucido para las misas solemnes, con adornos color oro, o el mostrado especialmente en su visita a Polonia, bordado primorosamente y con estola rosácea.

La única exigencia del Papa Wojtyla fue que los sastres utilizaran tejidos ligeros ya que Juan Pablo II, deportista que creció en un país frío, tenía siempre calor.

A primera vista, esta tienda situada en la Plaza Minerva de Roma se parece a cualquier otra, salvo que las ropas expuestas son sotanas, solideos y medias rojas de cardenal.

Su apariencia, algo pasada de moda y con olor a naftalina, refleja el funcionamiento del lugar, donde los trajes se siguen cortando y cosiendo sin apenas ayuda de máquinas.

Pero pese a su apariencia, Gammarelli se ha modernizado, ya acepta tarjetas de créditos, fax y coquetea con Internet.

La austeridad predicada por la Iglesia no afecta a las vestimentas religiosas. El traje de un cardenal no baja de 2.500 euros (1 euro: 1,3 dólares), aunque si se tiene en cuenta que Gammarelli es el corazón de la moda eclesiástica el precio resulta incluso modesto.


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sábado, 24 mayo 2014

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