Se hacen llamar 'Latin Queens' y son la versión femenina de las bandas
callejeras de origen sudamericano que ya campan a sus anchas por varias ciudades
de España. Estas 'Reinas Latinas', por ahora, sólo han comenzado a extender su
poder por algunos barrios de Barcelona y su cinturón industrial, pero este grupo
ya preocupa a los Mossos d'Esquadra, alarmados por su espectacular crecimiento
en los últimos meses y, sobre todo, por su violencia. |
Las 'Latin Queens' se relacionan con sus homólogos masculinos (los 'Latin
Kings' o los 'Ñetas') pero mantienen una actividad independiente. Hasta ahora,
sólo algunas bandas juveniles habían aceptado chicas en sus filas, pero siempre
como 'convidadas de piedra', y, en general, 'de forma espontánea y no definida',
explica la policía autonómica.
Aunque las 'Latin Queens' 'beben' de las fuentes pandilleras procedentes del
Caribe, las 'reinas' de origen latinoamericano no superan el 20 por ciento del
total. También hay muchas chicas españolas y de otros orígenes -como países del
Magreb, de Asia y del Este de Europa- que integran estas pandillas. Según el
profesor de Psicología Social de la Universidad Ramon Llull de Barcelona Tomás
Andrés, 'el origen étnico es accidental. En la formación de bandas hay otros
aspectos, como la clase social o la convivencia, que tienen mayor fuerza'.
Los Mossos d'Esquadra sostiene que las pandillas juveniles femeninas suelen ser
tan agresivas como las masculinas y cometen actos delictivos y violentos en
lugares como el metro, las discotecas y otros centros de reunión de los jóvenes
barceloneses, aunque apunta que que 'no son grupos organizados criminales, sino
que la dinámica de la banda les acaba llevando a delinquir'.
Es precisamente la vigilancia de la policía sobre los lugares de reunión de
estos grupos, en determinadas plazas y parques de Barcelona, lo que les ha
obligado a desplazarse a otra zonas de la capital catalana y del área
metropolitana. Los Mossos dicen que la presión es 'necesaria' porque evita que
las pandillas juveniles -masculinas o femeninas- puedan controlar un territorio,
que siempre suele ser su objetivo. Aún así, la policía no disimula su
preocupación por el hecho de que las bandas de chicas están en periodo de
crecimiento , lo que supone 'un problema, porque todavía no tienen el territorio
definido', lo que podría desencadenar enfrentamientos entre pandillas rivales.
La policía también ha podido averiguar que para entrar a formar parte de una
banda juvenil femenina la candidata tiene que someterse a una paliza de otros
miembros del clan o robar un móvil.
Las chicas se llaman entre ellas 'hermanas' y viven con gran intensidad su
pertenencia al grupo. Aunque muchas proceden de orígenes sociales humildes,
algunas son hijas de clase media, pero presentan importantes carencias afectivas
que les empujan a integrarse en estos grupos, que suelen ser muy jerarquizados
y, mayoritariamente, adoptan la estética 'hip hop'.
La policía y los expertos saben que las bandas juveniles como los 'Latin Kings'
y los 'Ñetas', integradas por unos 400 chicos y chicas mayoritariamente
latinoamericanos, suelen utilizar el metro en sus desplazamientos para evitar la
persecución policial, sobre todo desde el asesinato del estudiante de enseñanza
media de nacionalidad colombiana Ronny Tapias, en octubre de 2003.
Terra Actualidad - Vocento/VMT
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