Además el físico puede ser determinante, sobre todo en ellos que buscan
mujeres con rostros simétricos, signo de calidad genética, y ellas que buscan
hombres que les brinden protección y seguridad.
Saber si alguien nos atrae no lleva más de cuatro minutos ni menos de 90
segundos, porque lo primero que se queda grabado en nuestra mente es aquello que
captan nuestras pupilas. De esta forma el lenguaje corporal influye 55%, el tono
de voz 38% y sólo 7% tiene que ver con lo que decimos.
El sicólogo estadounidense Arthur Arun ha realizado algunos estudios de las
dinámicas que se desarrollan durante el proceso del enamoramiento y ha
demostrado que el simple hecho de fijarse en los ojos del otro tiene un fuerte
impacto.
El investigador radicado en Nueva York hizo un ejercicio donde pidió a varias
parejas de desconocidos que se contaran detalles íntimos de sus vidas.
La narración duró una hora y media, poco después les dijo que se miraran a
los ojos durante cuatro minutos sin pronunciar una palabra. Al término de la
dinámica muchas de estas personas comentaron que se sentían profundamente
atraídas por la pareja con la que habían estado conversando, e incluso dos de
ellas terminaron en matrimonio.
Otro dato interesante que señala el especialista en el proceso del
enamoramiento es que las personas tienden a imitar los movimientos de aquel o
aquella por la que se siente atraído, por ejemplo, intenta sentarse o levantarse
en la misma forma que lo hace el ser amado y copia todos sus gestos.
Esto se conoce como "espejear". Cuando alguien lo hace, indica buena
comunicación y muestra el interés que se tiene por la otra persona. El ideal es
la reciprocidad. El espejeo también llega a encontrarse entre amigos cercanos, y
con los amantes potenciales, así que hay que tener cuidado si usted confunde los
signos de amor con los de amistad. |