Si el Oscar que Zeta Jones guarda en su casa hablara, ganaría millones, los
mismos que ganó el fotógrafo que se infiltró en la boda de la cinematográfica
pareja. Un fotógrafo de la revista "Hello" que pisó la exclusiva que los actores
tenían con otra publicación de la competencia. La revista OK , no hizo honor a
su nombre, y demandó a Hello por reventarle la multimillonaria exclusiva.
Una demanda que se materializó con el pago de una indemnización a OK por valor
de 1 millón y medio de euros. Ahora el máximo juez británico, Lord Philips, ha
dictaminado que Ok deberá devolver a Hello ese millón y medio, al considerar que
la publicación de la fotografías que robo Hello, no violan los derechos
comerciales de Ok, ya que los actores habían vendido su enlace, convirtiendo así
un acto privado en público.
Una polémica decisión judicial, que puede acabar con el mercado de las
exclusivas en la prensa del corazón y dar rienda suelta a los temidos Paparazzi.
|