Agencias - Durante el Milano Moda Uomo se preentaron 47 desfiles, 88
presentaciones y 118 colecciones. Abrieron las pasarelas, entre otros, Dolce
y Gabbana, que se han fijado para preparar su colección en los jóvenes de
hoy, "que son soñadores,
pero después toman decisiones concretas, como casarse, tener hijos o rehacer una
familia sin dramas", según explicaron.
En un hombre, agregaron, que piensa de manera positiva, que considera que vale
la pena vivir y que no duda en vestir de tal manera que llame la atención en el
momento de afrontar una cita importante y después cambia y se coloca ropas que
no llaman la atención, "como los deportistas, actores y príncipes famosos en su
vida privada".
Para Dolce y Gabbana el lujo no tiene sentido y presentaron trajes de rayas,
bajo los que el hombre porta camisa de seda negra o con lunares y chaquetas muy
ligeras. La pareja de diseñadores siguió apostando por las camisetas y por un
estilo falsamente descuidado.
El hombre que presentaron fue uno seguro de si mismo, capaz de ponerse por la
noche un smoking blanco o de color negro o plateado y al día siguiente una
camiseta y unos pantalones lavados hasta 37 veces para dar el aspecto de viejos
y rotos. Alexander McQueen se ha inspirado en los niños salvajes de El
señor de las moscas, el libro de William Golding. Los modelos llevan camisas con
pedazos de lata que simulan lentejuelas y cortes de madera bordados en las
camisetas, aunque a veces aparecen con la cara y el pecho pintados como soldados
que se camuflan.
La casa Versace apostó por el pasado de la década de los 90, cuando el
apogeo de su creador, el asesinado Gianni Versace. Versace se inspira para su
colección en Miami. Las camisas son plisadas, bordadas, estampadas con estilo
art-decó y sobre todo con muchas fantasías. Los colores son el blanco y el
negro, pero también destacan los tonos pastel, como el rosa.
Las camisas se anudan y se transforman en pareos y los trajes se conjuntan con
zapatos bi-colores blanco y negro. Los pantalones son estrechos, resaltando las
curvas del hombre y obligando a llevar, según explicaron, el tanga, a no ser que
se cubran con una camisa de talla larga.
Rocco Barocco, por su parte, hizo una defensa de los productos italianos
y su desfile estuvo marcado por los colores de la bandera italiana. En muchas de
sus camisetas apareció la bandera verde-blanca-roja, mientras que en otras los
diseños eran de lo más variado. Los pantalones también son ceñidos, a rayas o en
tonalidades tipo vaquero, deslucidos.
Miuccia Prada presentó una colección de piezas ligeras y frescas,
camisetas, pantalones de cintura baja, sueters de manga corta y camisas sin
cuello, todos acompañados con símbolos como estrellas, corazones, lunas y
triángulos en los géneros. Otro de los protagonistas fue Gianfranco Ferré,
que este año mostró su concepto camuflaje, efecto que se aprecia en sus
chaquetas puestas sobre torsos desnudos, los pantalones sutiles y pantuflas de
piel con unos motivos de simil escamas.
En el resto de la colección el color dominante es el blanco, combinado con
negros y grises en las camisas. Las mangas van con las mangas dobladas por
encima del codo. El esmoquin, va en tonos claros y sin corbata pero con zapatos
mocasín gris plata. La británica Vivienne Westwood volvió a llamar la atención
con sus excentricidades. Sus modelos lucieron cinturones de plata apoyados sobre
las partes íntimas. Burberrys presentó una moda en su línea sobria, limpia y con
tendencia aristocráticas. En esta primera jornada se notó, no obstante, la
preocupación por el futuro de la moda italiana ante la crisis económica que
padece el sector. |