El dinero sí importa:  La libido se dispara en aquellos que ganan más
Un estudio en Gran Bretaña muestra que el deseo sexual crece con la riqueza, y que ganar más refuerza el sex appeal. Con las mujeres, sin embargo, la regla es otra

 
 

El reporte de dinero y pasión tuvo sus resultados y el Corriere Della Sera se sorprende al publicarlos. Para todos aumenta la libido, es decir que el deseo sexual aumenta con la riqueza, pero sólo refuerza el sex appeal de los varones. Diamantes, yates y coches de lujo tienen un solo sinónimo: sexo.

Es un crecimiento proporcional el que fue descubierto entre la fuerza de la libido y las ganancias, pero no vale para las mujeres. Un hombre con mucho dinero tendrá más sexo que uno sin dinero, pero una mujer con cuenta bancaria abultada no. El sexo ahí no es mercenario, dicen.

En el centro de investigaciones online de la BBC y el Times evaluaron la respuesta de 30 mil personas a una pregunta compleja: "¿Existe un vínculo entre el dinero que se gana y el deseo? " Entonces se les ofreció una escala de 1 a 7 de la propia libido y la frecuencia con que se satisface.

Así, llegaron a la conclusión de que los que ganan menos de 15 mil euros tienen mucho menos deseo que los que ganan 75 mil: un "salto" de 5,4 a 5,66 para los hombres, y de 4,64 a 4,78 para las mujeres.

Una causa racional es que la testosterona, hormona masculina, está asociada a la libido y la autoestima, y si hay más testosterona, hay más competitividad, y más ganancias. Por eso, quien gana más, desea más.

Pero si para los hombres la frecuencia de reportes sexuales aumenta casi un punto al aumentar la cifra de su sueldo (de 2,69 a 3,65), para las mujeres estas cifras son estables. Para los varones, la fascinación femenina va más de la mano con la belleza. Para las mujeres, el sexo, más o menos concientemente, está ligado a la procreación, y si "un partner" significa seguridad, también lo significará para sus hijos. Esta, al menos, es la lectura de los especialistas.

De hecho, la encuesta celebra el triunfo del modelo "Sabrina", en clave puramente sexual. La belleza de Audrey Hepburn, la riqueza de William Holden y, sobre todo, Humphrey Bogart: la alquimia está hecha.

"Los hombres acumulan recursos y luego los usan para seducir a las mujeres", comenta John Manning, psicólogo del Central Lancashire, que siguió de cerca las investigaciones, pues irán directo a la revista Archives of Sexual
Behaviour).

Según añaden, nada nuevo: los ricos invitan a cenar a las bellezas, y si Madre Natura no les dio belleza a ellos, pues tendrán inteligencia. Los más ricos, si no son bellos por eso mismo, harán cualquier cosa por parecerlo. No se ha visto, después de todo, una Cenicienta tan fea ni un Rockefeller sin sex appeal. Lo saben los chicos, dice la prensa italiana, y ahora también los científicos.


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sábado, 24 mayo 2014

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