El cura Barbosa

Un escándalo de grandes proporciones teiene a la iglesia católica como protagonista. En Brasil, el país con mayor número de católicos del mundo, el 10% de los sacerdotes (1.700) podrían haber estado abusando de niños y adolescentes durante los últimos años sin que la "Curia" hiciera nada por evitarlo.

Según publica la prensa brasileña, el hecho era ampliamente conocido aunque un manto de silencio evitaba que los medios se hicieran eco de la situación. También el Vaticano era consciente del grave problema y el pasado mes de septiembre mando hacía este país una misión para comprobar cuánto de cierto había en las acusaciones que iban y venían en el país de Lula.

 Y se encontró con un mal panorama: diez sacerdotes condenados por abuso sexual, 40 fugitivos y unos 200 mandados por la Iglesia de Brasil a clínicas sicológicas para ser "reeducados".

Claro que el número de denuncias promete una realidad más dura que la hallada por la curia romana. Una muestra es el arresto del religioso Félix Barbosa, de 43 años, que fue encontrado la semana pasada en una orgía de droga y sexo con cuatro adolescentes que había contactado en internet. Mientras se lo llevaban detenido gritaba que conocía a otros 12 curas que hacían lo mismo que él.

Manual del pedófilo

Las acusaciones hacía parte del clero no son cosa nueva en Brasil. Tarcisio Spricigo, condenado a quince años por haber violado  a un menor era conocido por sus aficiones perversas. Tras conocerse las primeras denuncias, la Iglesia lo traslado de Sao Paulo a una parroquia rural en la que volvió a seguir abusando de menores, sin que las autoridades eclesiásticas, conocedores de estas actuaciones delictivas, pusiera el tema en manos de la justicia.

Este cura,  de 48 años, no perdía tiempo en internet. Antes de que lo arrestaran por violar a un niño de cinco años el religioso abusó de muchos pequeños de la calle. Para él, eran los más fáciles de controlar, según escribió en su diario, ahora prueba vital en el proceso que se sigue en su contra. En páginas que parecen un verdadero manual para pedófilos describió cómo persuadir niños: "Presentarse siempre como el que manda. Ser cariñoso. Nunca hacer preguntas, pero tener certezas. Conseguir chicos que no tengan padre y que sean pobres. Jamás involucrarse con niños ricos".

Spricigo estaba seguro de sus tácticas. "Soy un seductor seguro y calmo. Basta aplicar las reglas y el chico caerá en mis manos...", escribió en otras páginas. Y como él hay más.

Alfieri Bompani, de 45 años, preso por abusar de niños de entre seis y diez años en un centro destinado a ayudas sociales también se las daba de escritor. Llevaba un diario de sus actuaciones y grababa en video los abusos sexuales que cometía. Además, estaba terminando un libro de cuentos eróticos basados en sus aventuras pedófilas, las mismas que destrozaron la vida de muchos de los que se acercaron a él en busca de ayuda.