Agencias - Una fuente de la Iglesia que leyó el documento, colocado en
internet por la agencia de noticias Adista, confirmó su autenticidad.
El documento debe ser divulgado oficialmente por el Vaticano el próximo martes.
Dice que "la Iglesia, aunque respeta profundamente a las personas en cuestión,
no puede admitir en el seminario y en la concesión de órdenes sagradas aquellos
que practican la homosexualidad, presentan tendencias sexuales profundamente
enraizadas o respaldan la llamada cultura gay.
"Esas personas se encuentran, de hecho, en una situación que presenta un grave
obstáculo para una relación correcta con hombres y mujeres. Uno no puede ignorar
las consecuencias negativas que pueden derivarse de la ordenación de personas
con tendencias homosexuales profundamente enraizadas", agregó.
"Si en lugar de ello se trata de un caso de tendencias homosexuales que son
meramente la expresión de un problema transitorio, como por ejemplo en el caso
de una adolescencia inconclusa, deben haber superado claramente esa tendencia al
menos por tres años antes de ser ordenados diáconos".
La posición de la Iglesia en este terreno no es una novedad. Un documento
emitido por el Vaticano en 1961 sobre la selección de los candidatos al
sacerdocio indicó claramente que los homosexuales deberían ser excluidos.
Sin embargo, los escándalos de abusos sexuales cometidos por sacerdotes,
especialmente con menores, ocasionaron llamamientos para que fueran impuestas
nuevas limitaciones en los aspirantes al sacerdocio.
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