'No odiamos a todos los hombres, sólo a los imbéciles', advierte
manhaters.com, una web que asegura contener la mayor base de datos con
clasificaciones -o desclasificaciones, cabría decir- de pretendientes masculinos
desde el año 2003.
Esta página pionera en este nuevo campo de la 'ciberdefensa contra el
embaucador' pretende ayudar a las mujeres a que 'no desperdicien su tiempo con
hombres que les engañan, abusan de ellas o simplemente son unos idiotas'.
La idea, aseguran sus creadoras, es que en lugar de hablar con la ex mujer o la
ex novia del susodicho se consulte la base de datos para saber con qué clase de
persona se está lidiando antes de entregarle el corazoncito.
La web dedica un espacio donde se pueden describir las experiencias (negativas,
por lo general) con el amante, a quien se puede evaluar en aspectos tan dispares
como sus infidelidades, mal aliento, finanzas, comportamiento sexual o lo que se
define como 'potencial de compromiso', esto es, si es o no material casadero,
algo de gran relevancia en este submundo cibernético.
Manhaters también ofrece un tablón de anuncios con consejos sobre cómo
sobrevivir a un divorcio, o maneras de lidiar con los mentirosos.
El problema es que, mientras que la identidad de las chivatas permanece en el
más estricto anonimato, la de ellos se proclama a los cuatro vientos.
Algo similar ocurre en Datingpyschos.com, una web donde también se puede
criticar sin tapujos a mujeres.
El sitio ofrece perfiles personales como el de Kent Lozano, un hombre de 37 años
de Canoga Park (California) de quien se dice que 'miente a las mujeres para
ganarse su confianza y las utiliza para sacarles el dinero'.
Mientras tanto unfaithfulpeople.com (o 'gente infiel') indica que en dos
minutos, el tiempo que se tarda en consultar su base de datos, 'puedes ahorrarte
una vida entera de males de corazón'.
La página promete contener los perfiles de cerca de 13.500 embaucadores e
incluye una página de 'infidelidades destacadas', entre ellas las de un hombre
de 29 años de San Diego, en California, al que se acusa de cambiar de mujer como
de camisa.
TrueDater.com busca contrastar los datos que se publican en sitios de citas
online como Match.com, donde uno puede inventarse una identidad a la medida.
El asunto es que con la llegada de internet y la avalancha de sitios del tipo de
Match.com las personas pueden ser lo que quieren, 'en lugar de lo que realmente
son', señala Tasha Joseph, creadora de Don't Date Him ('no salgas con él', en la
web Dontdatehimgirl.com) al 'The New York Times'.
'Te crees que el tipo es perfecto, pero resulta que está casado y tiene cinco
hijos', señala Joseph, que decidió crear esta web tras escuchar muchas historias
de horror de boca de sus conocidas.
Pero su web ha desencadenado la furia de muchos agraviados, hasta el punto de
que existe una réplica (en la dirección www.classaction-dontdatehimgirl.com) que
busca emprender una iniciativa legal contra ella y, por lo pronto, recoge
testimonios de quienes se rebelan contra la publicación de datos que nunca
fueron verificados.
Adivinar las verdaderas intenciones de una pareja al comienzo de una aventura
amorosa siempre ha sido difícil, como prueban tantas novelas y películas que se
inspiran en este dilema tan humano.
Pero en el ya casi prehistórico pasado pre-internet, cuando las citas a ciegas
sustituían a los servicios online, existía al menos un intermediario o Celestina
que podía dar referencias sobre las dos partes.
En cuanto a los anuncios por palabras en periódicos y revistas, tampoco se podía
mentir mucho en un espacio tan limitado y, además, el siguiente paso era
encontrarse cara a cara, en lugar de mantener charlas online durante meses y
alimentar fantasías que en muchas ocasiones poco tienen que ver con la realidad.
Ahora la red ofrece su propia medicina, aunque para todos aquellos agraviados
cuyas fotos y datos se publican abiertamente, desde luego resulta demasiado
amarga.
Terra Actualidad - EF
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