Agencias - Las colecciones de perlas negras y diamantes de los orfebres más
exclusivos del mundo o los diseños de vestidos en hilos de oro que usarán las
estrellas para el Oscar doblan e incluso cuadriplican el costo de cintas
favoritas como "Brokeback Mountain" y "Crash".
Cincuenta millones en joyas
Al develar algunas de las piedras preciosas que colgarán de sus cuellos u orejas
nominadas como Felicity Huffman o Reese Witherspoon, el diseñador de joyas
Martin Katz, desplegó hace unos días una "pequeña" muestra de 50 millones de
dólares: más del triple del costo de "Brokeback" (14 millones) y casi ocho veces
por encima de toda la producción de "Crash" (6,5 millones).
Una de las piezas preferidas de Katz, según confesó a la AFP este joyero muy
conocido en Beverly Hills, es una gargantilla de rubíes de dos millones de
dólares, casi la tercera parte de lo que le costó al canadiense Paul Haggis
sacar adelante su filme "Crash", con seis nominaciones para el domingo.
Pero Haggis como el taiwanés Ang Lee creador de "Brokeback", George Clooney con
su aclamadísima "Good Nigth, and Good Luck" (7,5 millones de dólares) y Bennett
Miller con "Capote" (7 millones), todas nominadas a Mejor Película, se quedan
muy atrás del bikini en diamantes de 30 millones de dólares de la diseñadora
Susan Rosen.
Este "extraño" traje para "nadar" de dos piezas con brillantes de 51, 30, 15 y 8
quilates, aún se desconoce si podrá ser exhibido por alguna modelo por la
alfombra roja el domingo porque no hay medidas de seguridad suficientes que
puedan dejar en paz los nervios de sus autores y vendedores.
El único largometraje que logra superar esta apuesta de millones de dólares
entre celuloide versus rubíes, es la otra película considerada por la Academia
para competir como la mejor, "Munich" de Steven Spielberg y la única cara del
quinteto: 75 millones de dólares.
Entre los ajuares todo vale, por ello la orfebre Erica Courtney se unió al
atelier de Ali Rahimi -ambas figuras insignes de las noches estelares de
Hollywood-, y crearon un vestido largo con 100 perlas barrocas de Tahiti y
tejidos en platino, por un monto que supera los 50.000 dólares.
Por baja que parece esta cifra, en muchos casos no es ni remotamente con lo que
contaban en el bolsillo para realizar sus proyectos otros cineasta que llegaron
al Oscar 2006, como Duncan Tucker, que para su "Transamerica" hizo una
peregrinación durante el rodaje y al final cerró en un millón de dólares.
Esta cinta por la cual su protagonista Felicity Huffman podría llevarse la
estatuilla a Mejor Actriz no llegó en la taquilla ni a los cinco millones de
dólares en tres meses.
Sin embargo la joyería Harry Winston, la que marca pauta en diamantes negros y
puros en esta burbuja, da todo porque la actriz de "Mujeres Desesperadas" se
cuelgue "el niño mimado" de la casa en los minutos que camine por la alfombra
roja: un diamante de 6 millones de dólares.
Los nominados a Mejor Dirección, George Clooney, Paul Haggis, Bennett Miller e
incluso el consagrado taiwanés Ang Lee han revelado que conseguir el dinero para
sus obras fue un proceso tan tortuoso como el amor de "Brokebak".
Apelaron a propietarios de clubes deportivos, empresarios amigos y agentes
inmobiliarios para que creyeran en sus proyectos, y tuvieron suerte, pero sobre
todo en reputación.
En la taquilla la mayoría de estas obras no llega a los 30 millones de dólares
tras cuatro o seis meses en cartelera, es decir, aún con la nominación al Oscar
no superan el costo de la "pequeña" muestra de joyas de Katz, que lucirán en una
hora las chicas más deseadas de la gran pantalla. |