Pablo Ruisánchez - La información
publicada el pasado lunes por Dataquest –unidad de la consultora norteamericana-
echó por tierra todas las previsiones de crecimiento del mercado de las PDAs
para 2002. Las ventas de estos gadgets cayeron un 9,1% el año pasado. Es decir,
que sólo se vendieron 12,1 millones de aparatos.
Las causas, agregó Todd Kort, principal analista de Gartner Dataquest's
Computing Platforms Worldwide, residen en la pobre situación económica y en la
percepción de que las PDAs todavía no devuelven el coste de la inversión. El
informe indica que sólo el 30% de las unidades vendidas están pagadas por las
empresas.
Los fabricantes habían puesto sus esperanzas en las ventas a corporaciones, que
de este modo prepararían a sus trabajadores para desarrollar su labor y
comunicarse desde cualquier lugar. Pero caída de los mercados ha forzado a esas
empresas a reorganizar sus gastos en materia tecnológica.
Kort indicó que la falta de un progreso significativo en los dispositivos
inalámbricos para PDAs también podría haber congelado el interés empresarial en
este tipo de terminales. “Es un mercado que aún está a un año vista de
embarcarse con las PDAs”.
Palm continúa consolidándose como número uno entre los fabricantes de PDAs,
aunque haya perdido un 12,2% de las ventas con respecto a 2001. Su total de
unidades vendidas alcanzó los 4,4 millones (37% del mercado), el doble que su
competidor más cercano. En cuanto al software para estas terminales, Palm
también controla el mercado con un 56%, frente al 26% de Microsoft.
En los últimos cinco años se han vendido un total de 20 millones de unidades PDA,
en parte a causa del inicial entusiasmo de los consumidores.
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