Agencias - El Columbia
desapareció de las pantallas de la NASA durante su proceso de entrada en la
atmósfera previo el aterrizaje, previsto para las 9h16 locales (15h16 en
España).
El centro de control perdió la comunicación con el Columbia 16 minutos antes de
la hora fijada para llegar a Cabo Cañaveral, cuando la nave pasaba sobre la
ciudad tejana de Dallas. Unas imágenes de televisión que mostraban trazas
blancas en el cielo hicieron temer desde el principio una desintegración de la
nave.
Los meteorólogos dijeron que se formó una nube de humo y
cenizas de 160 kilómetros de largo, que permanecería por muchas horas sobre el
cielo. Restos mayores de la fatídica nave cayeron en una amplia área de Texas y
el vecino estado de Louisiana. La tripulación
del Columbia estaba formada por siete astronautas de varios países,
entre los que estaba el primer astronauta israelí, el coronel Ilan Ramonan,
y dos mujeres, una de ellas nacida en la India.
Los siete astronautas llevaban a cabo experimentos científicos en una
misión de dieciséis días, que había sido considerada un éxito por los
científicos y las autoridades de la NASA. Como medida precautoria, la NASA
anunció la suspensión de otros vuelos de transbordadores mientras se investiga
el desastre.
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En el Columbia
viajaban el comandante de Misión Rick Husband, el piloto
William McCool, el comandante Michael Anderson, el
especialista en misiones David Brown, y las expertas en
misiones Laurel Clark y Kalpana Chawla, nacida en la India y
nacionalizada norteamericana, además del
astronauta israelí Ilan Ramonan. |
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Ron Dittemore, administrador del programa de transbordadores en el
Control de la Misión en Houston, Texas, dijo que el programa para futuras
misiones al espacio no se había determinado.
"No podemos decir aún qué causó la pérdida del Columbia", dijo a la
prensa. "Nos tomará algún tiempo trabajar en eso".
Dittemore agregó que la NASA recibió las primeras señales de que había
problemas menos de media hora antes del aterrizado programado del Columbia, con
la pérdida de trasmisiones de datos clave de la parte izquierda de la nave.
La causa del desastre no está clara, pero funcionarios han dicho que no hay
evidencia que indique que se trata de un acto de terrorismo. Por otra parte,
expertos de la NASA señalan la posibilidad de un calentamiento estructural
excesivo.
"Hasta ahora no tenemos indicios de que el incidente fue causado por
alguien o algo en tierra", dijo a reporteros Sean O'Keefe, administrador de
la NASA.
Equipos de rescate se agruparon para buscar los restos de la tripulación.
"El Columbia ha desaparecido. No hay sobrevivientes", dijo un
compungido presidente Bush en un mensaje de televisión que incluyó las
condolencias a los familiares de los astronautas fallecidos. "Nuestra nación
se une a su dolor".
Funcionarios de la NASA trasladaron a personalidades que habían acudido a dar
la bienvenida a los astronautas fuera de la tribuna cercana a la pista de
aterrizaje del transbordador en el Centro Espacial Kennedy de Cabo Cañaveral,
después de conocerse el desastre.
Despliegue de seguridad durante el lanzamiento
El despegue del Columbia se realizó el 16 de enero en medio de fuertes
medidas de seguridad debido a temores de atentados terroristas y la presencia de
un astronauta israelí.
El lanzamiento y el regreso a la atmósfera terrestre son las partes más
peligrosas en una misión espacial. En 42 años de exploración humana del espacio,
nunca hubo un accidente grave durante el descenso a la Tierra o el aterrizaje.
"En este momento, tengo que decir que es muy pronto par especular cuál es
la causa exacta", dijo Bill Readdy, administrador asociado para vuelos
espaciales de la NASA. "Es obvio que estamos buscando toda la información
posible".
El incidente podría desatar preguntas sobre la longevidad de la flota de
transbordadores, ya que el Columbia era la aeronave más antigua de la NASA e
hizo su primer vuelo en 1981. Pasaron 32 meses después del desastre del
Challenger antes de que la agencia espacial lanzara otro transbordador al
espacio.
Asimismo, surgen preguntas sobre el reabastecimiento de la Estación Espacial
Internacional (EEI), tripulada actualmente por un ruso y dos estadounidenses.
Pese al desastre del Columbia, una nave rusa de carga Progress M-47 tenía
previsto partir el domingo con abastecimientos para la EEI.
La NASA perdió contacto antes de la explosión
La agencia perdió contacto con el Columbia alrededor de las 09.00 hora local
(1400 GMT), unos 16 minutos antes de la hora prevista para su aterrizaje en el
Centro Espacial Kennedy.
El Columbia viajaba a 20.000 kilómetros por hora, 18 veces la velocidad del
sonido.
El director de entrada de vuelos de la NASA, Leroy Cain, dijo el viernes,
respondiendo a una pregunta sobre un posible daño en el ala izquierda del
transbordador durante el despegue, que los análisis hechos por los ingenieros de
la NASA demostraron que el daño sería mínimo.
Hubo muchos reportes de residentes de Texas señalando que el transbordador
parecía desintegrarse despidiendo varias estelas de vapor en su trayectoria
hacia tierra y sonidos inusuales.
El centro de control de la NASA dijo que la aeronave no había reportado
dificultades antes de perder el control.
Peligros con los restos del transbordador
En Texas existía una creciente preocupación con los químicos tóxicos de los
restos del transbordador. El centro de control de la NASA en Houston advirtió
que "cualquier resto que se halle en los alrededores de Dallas-Fort Worth
debe evitarse, pues puede ser peligroso".
En Nacogdoches, Texas, se reportó el hallazgo de lo que parecía ser una
puerta del transbordador.
"No tenemos un campo de escombros. Están esparcidos por todo Nacogdoches",
dijo Victoria Lafollett, administradora de la ciudad de Nacogdoches, a unos 230
kilómetros al noreste de Houston.
"Lo que hemos hecho es activar nuestras operaciones de emergencia. Tenemos
muchas piezas por toda la ciudad. Estamos pidiéndole a la gente que se alejen de
ellas. Estamos cooperando con la NASA y la FBI", dijo Lafollett.
El Columbia era el transbordador más antiguo de la NASA y
su primer lanzamiento fue en 1981. Hace 17 años, el transbordador Challenger
explotó el 28 de enero poco después del despegue, muriendo sus siete ocupantes.
Precisamente los fallecidos en este triste accidente guardaron el pasado martes
guardaron un minuto de silencio en memoria de los que murieron en la
tragedia del Challenger.
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