Agencias y Redacción - Estados
Unidos se prepara para lanzar una emisora de
televisión en árabe destinada a Medio Oriente, en el marco de una
contra-ofensiva para mejorar su imagen en esta región y reducir la influencia de
Al-Jazira, la "CNN del mundo árabe".
Ansiosa desde los atentados contra Nueva York y Washington de ser mejor
comprendida en el mundo musulmán, la Casa Blanca destinará en 2004 la suma de
563 millones de dólares a la Broadcasting Board of Governors (BBG), una
agencia federal encargada de emisiones radio-televisadas al exterior.
La parte de este presupuesto destinada a una televisora en árabe, la "Middle
East Television Network" (METN), será de 30 millones de dólares.
"Desde luego, es un intento de mejorar la muy mala imagen de Estados Unidos
en esta parte del mundo", explica el profesor Laird Anderson, experto en
comunicación.
"No puedo imaginar una razón mejor para dotarse" de una televisión así, "si
no es para oponer nuestro mensaje al que difunde Al Jazira", agregó.
Al Jazira, fundada en 1996 en Qatar, goza de una audencia de unos 55 millones
de telespectadores. Ahora tiene previsto lanzar programas en inglés antes de
que se desencadene una guerra contra Iraq.
Unas semanas después de los atentados del 11 de septiembre, dirigentes
estadounidenses protestaron ante la cadena árabe por haber adoptado posiciones
contra Estados Unidos cuando las fuerzas de ese país atacaron Afganistán.
Los estadounidenses protestaron además contra la cobertura considerada parcial
del conflicto israelo-palestino y contra la calificación de "mártires" concedida
a los suicidas con bomba palestinos.
La oficina de Al-Jazira en Kabul recibió el impacto de un obús norteamericano en
noviembre de 2001, debido, según la versión de la Casa Blanca de "un error de
cálculo.
Stephen Hess, especialista en medios de la Brooking Institution,
un centro de estudios de Washington, considera que una réplica de Al-Jazira es
un "intento de dejar nuestra huella en el mundo árabe".
"Estados Unidos tiene el sentimiento de que eso va a contribuir a hacer pasar
el mensaje hacia estos países, como fue el caso de la Voz de América",
cuando difundía sus programas más allá de la "cortina de hierro".
La cuestión se plantea sobre el tono del mensaje: Laird Anderson sostiene que
será esencial un enfoque adaptado al mundo árabe.
"Si es información pura y programas referidos a los asuntos públicos,
contribuirá a la credibilidad" de esta nueva emisora de televisión, estima.
Pero, agrega, "si nos ponemos a decir 'mírennos', 'vean lo que hacemos', es
decir una máquina de propaganda, (el proyecto) va a fracasar".
Kenneth Tomlinson, presidente de BBG, señaló la postura oficial del
Gobierno de Bush sobre este muevo medio.
Claramente, afirmó en un comunicado, una televisora del Estado norteamericano
que difunde una programación en árabe vía satélite "constituye una etapa
importante para dar al mundo árabe una información exacta y un mensaje de
libertad y democracia".
Para él, "el objetivo de esta institución, basado en nuestro éxito durante la
Guerra Fría, es avanzar en el frente de la guerra de las ideas, ofreciendo la
democracia y la tolerancia como alternativa a la tiranía, el fanatismo y el
terrorismo".
La entrada de la administración USA en este terreno ampliará a tres la oferta de
la que dispondrá el mundo árabe de canales vía satélite, Al-Jazira,
Al Arabiya,(de cuyo lanzamiento nos hicimos eco ayer) y esta nueva cadena,
la Middle East Television Network.
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