Exteriormente idénticos a los teléfonos móviles normales, los dos aparatos de marcha NoKitel poseían un hueco en el que había cuatro cámaras para albergar cartuchos del calibre 22.


El disparo se efectuaba al tocar los botones del aparato, explicó Christophe Allain, director adjunto del servicio regional de la policial judicial (SRPJ) de Rouen.


"Estas armas podían ser mortales a decenas de metros", precisó Michel Lavaud, responsable del GIR (Grupo de Intervención Regional) de la Alta Normandía.


Según la policía, "las armas de este tipo se fabrican en los antiguos países del Este y han comenzado a hacer su aparición en los Países Bajos y Bélgica en 2001", añadió.


El hallazgo de estos dos falsos portátiles se efectuó el martes en la localidad de Elbeuf en casa de un hombre de 29 años sospechoso de robo y tráfico de drogas.


La policía PJ encontró además dos revólveres, una pistola, además de 1.000 pastillas de éxtasis, 1,3 kilos de heroina, cannabis y 23.000 euros en metálico.