Se ha comprobado que el teléfono móvil interfiere en el funcionamiento de al
menos 20 aparatos lo cual es una amenaza para la vida de los pacientes del
hospital. Sobre todo se hace notar sobre los aparatos que incorporan ventilador.
El teléfono puede apagar el aparato o causar un error o una falsa alarma.
El efecto negativo aparece cuando el terminal se acerca a
1 pulgada (2,5 cm) de distancia del aparato y desaparece
por completo a 12 pulgadas (30,5 cm).
No es muy probable que el teléfono se coloque tan cerca de un dispositivo médico
pero Shaw advierte a los médicos y el personal de los hospitales de las
consecuencias negativas que puedan resultar si se lleva un móvil en el bolsillo
o en la cintura.
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