La difícil situación económica de Sega con una capitalización bursátil de 1200
millones de euros pero con unas deudas de 640 millones, le ha llevado a
fusionarse con una de las lideres del mercado japonés del mercado de las
tragaperras y maquinas recreativas de videojuegos, Sammy.
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Esta con un valor bursátil algo inferior (1000 millones de euros) no arrastra
deudas y mantiene una posición económica muy saludable.
La fusión que culminará en Octubre llevará al máximo ejecutivo de Sammy, Hajime
Satomi, a la presidencia de la nueva empresa, que se presume seguirá llevando el
nombre de Sega por su reconocimiento de marca.
Sega abandono la fabricación de videoconsolas en el 2001 tras la fuerte
irrupción de Sony en este mercado. Anunció, entonces, que se orientaría a la
fabricación de juegos para todas las plataformas del mercado, aunque no se han
cosechado los éxitos esperados con esta nueva estrategia. Recientemente anunció
que reducía sus previsiones anuales de ingresos de los 5000 millones de euros a
unos 1500 millones de euros. Aunque los datos finales no se conocerán hasta el
31 de marzo, fin del año fiscal de la empresa.
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