Editorial El País: "Cierre de un diario" / Nadie puede
escudarse en la libertad de expresión o en la promoción del euskera para cometer
un delito. Pero el delito es una conducta individual y el cierre cautelar de un
diario afecta también a terceros, sobre todo a sus lectores.
Editorial El Mundo: "El injustificado cierre de un periódico"
/ Los periodistas, como cualquier ciudadano, no son impunes ante la ley, y
más si colaboran con la lacra del terror, pero se puede discrepar de la
conveniencia de clausurar un periódico, cuando no se ha producido sentencia
firme y cuando, además, hay riesgo evidente de causar un daño a la libertad de
expresión.
Tratándose de un medio de comunicación, su clausura
-siquiera temporal- representa una medida de enorme trascendencia porque afecta
a un principio constitucional como es el derecho a la información de los
ciudadanos que recoge el artículo 20. Por eso la apoyatura legal debería ser
irreprochable, para que no se pueda sospechar siquiera que se trata de acallar
una voz representante de una ideología determinada, que además es la del único
diario en euskara
Editorial El Periódico: "Un cierre peligroso" / Que un juez haya
esgrimido contra Euskaldunon Egunkaria una acusación tan difícil de demostrar
como la de que el diario precintado está "instrumentalizado" por la estrategia
terrorista de ETA crea dudas sobre la solidez de las pruebas de que dispone la
justicia para demostrar vínculos entre la organización terrorista y este diario.
Editorial Gara: "Sin vergüenzas" / Y sin complejos ni vergüenzas
se detiene a decenas de personas, se cierran periódicos, se ilegalizan partidos,
se clausuran sedes, se suspenden organismos, se difama a representantes
institucionales, se incrimina a las ikastolas, se pone bajo sospecha a
editoriales, se acusa a cualquier nacionalista vasco de connivencia con la
violencia, se reprocha a toda una sociedad ser indecente.
Editorial La Razón: "Libertad de expresión" / Los periodistas,
como cualquier ciudadano, no son impunes ante la ley, y más si colaboran con la
lacra del terror, pero se puede discrepar de la conveniencia de clausurar un
periódico, cuando no se ha producido sentencia firme y cuando, además, hay
riesgo evidente de causar un daño a la libertad de expresión, que es uno de los
derechos fundamentales del ordenamiento constitucional español.
Luis María Anson, editor de La Razón / "No delinquen los periódicos, sino
las personas: se puede detener y procesar individualmente a administradores y
profesionales, pero no se debe privar de un medio a sus lectores, salvo que el
delito se cometa insistentemente a través de sus columnas (haciendo apología del
terrorismo, por ejemplo).
(Selección realizada por la imprescindible pagina de periodistadigital.com) |