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Las operadoras crearán en junio una "lista negra" para evitar los robos de
móviles |
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Intercambiarán sus bases de datos con los protocolos de seguridad de todos sus
teléfonos dados de alta |
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El mercado español de telefonía móvil supera ya los 32 millones de abonados, una
de las tasas más altas del continente europeo junto a Italia. Un emergente
mercado que no ha pasado desapercibido para las bandas que se dedican al robo de
terminales móviles para su exportación fraudulenta a terceros países de África y
Europa del Este, sobre todo. Según estimaciones de los fabricantes, cada año se
sustraen 2,5 millones de móviles en la Unión Europea (UE), de los que 250.000
"desaparecen" en España.
Para combatir esta nueva plaga, los operadores de telefonía móvil crearán a
partir de junio una "lista negra", que tendrá carácter europeo, para inutilizar
un terminal en el momento que se denuncie su robo. La inversión necesaria será
de 20 millones de euros. Además, el Gobierno ha incluido en el Código Penal como
delito la modificación de las claves electrónicas de seguridad de los
terminales.
En concreto, las cuatro empresas de telefonía móvil autorizadas en España
-Telefónica Móviles, Vodafone, Amena y Xfera- intercambiarán sus bases de datos
con los protocolos de seguridad de todos sus teléfonos móviles dados de alta. De
esta forma se podrá crear, cuando el cliente denuncie el robo o la pérdida, una
"lista negra" de terminales sustraídos para que no puedan ser vendidos o usados
de nuevo.
La idea de los operadores es que este fichero sea intercambiable entre las 60
compañías que operan en este sector en toda la Unión Europea para evitar el
tráfico ilegal de un país a otro. Las compañías ya han reforzado la seguridad en
los códigos que lleva incorporados cada terminal de móvil, como ocurre con las
tarjetas de crédito.
El robo de ordenadores portátiles, tanto a los propios fabricantes como al
cliente final, es otra modalidad de hurto creciente. La situación ha llegado a
tal punto que los fabricantes e importadores realizan las entregas de los
mismos, en las grandes superficies o tiendas especializadas, en contenedores de
alta seguridad.
Por otro lado, según datos de la UE, el fraude en los pagos con tarjetas de
crédito superó en 2002 los 600 millones de euros, un 50% más que el año
anterior. En los meses de verano y en las zonas de costa es cuando más robos,
pérdidas y falsificaciones de tarjetas se producen, tanto de débito como de
crédito. En caso de robo o extravío, lo más importante es avisar al banco o a la
entidad emisora lo antes posible.
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Biblioteca del Conocimiento: Documentos y Estudios
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domingo, 25 mayo 2014 |
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