Agencias - Publicitada como la primera
aspiradora autónoma de Estados Unidos, este robot de 200 dólares, llamado Roomba,
es una aspiradora a pilas que es como un wok de base plana con ruedas.
La Roomba tiene bastante autonomía, y es capaz de ir recorriendo los
ambientes, limpiando, sin supervisión alguna.
Aunque parezca increíble, funciona. La Roomba tuvo un excelente desempeño
limpiando pisos de madera dura cubiertos por una generosa capa de migas de
galletitas, envoltorios de caramelos, pedazos de papel, tierra, suciedad y otras
yerbas.
La inteligencia de Roomba apenas consiste en un paragolpes que detecta las
paredes y los objetos que encuentra a su paso, un par de sensores que le ayudan
a seguir las paredes para no caerse por las escaleras, y un algoritmo
inteligente de "desplazamiento aleatorio" que le permite cubrir toda la
superficie del piso. Esta última tecnología originariamente fue creada para
ayudar a los robots militares a limpiar los campos minados.
La Roomba tiene solamente tres teclas de control -S, M y L (pequeña, mediana,
y grande, respectivamente), que indican las dimensiones de la habitación que hay
que limpiar-. Con sólo oprimir una tecla, esta aspiradora comienza a moverse en
espiral hasta que choca contra algo -la pata de una silla, un sillón o una
pared- y ahí empieza a seguir el contorno del objeto. Cuando choca contra otro
obstáculo, comienza a desplazarse en otra dirección, por lo general al otro lado
de la habitación, hasta que choca contra otra pared, cuyo recorrido trata de
seguir, y así sucesivamente.
La Roomba va rebotando suavemente en cámara lenta por la habitación, como las
pelotas de los flippers (pinballs), y de vez en cuando se queda dando vueltas en
espiral en el medio de la habitación, hasta que el reloj interno la apaga. Esa
es la función de las teclas S, M y L, que indican si la aspiradora debe limpiar
durante 15, 30 ó 45 minutos.