Los robots funcionan en pares; mientras que uno permanece en
el hospital con el niño, el segundo acude a la escuela. El pequeño puede
utilizar un control similar al de un videojuego para manejar al robot, y puede
ver, escuchar y hablar; puede, incluso, hacer que el robot levante la mano para
participar en clase.
El robot que asiste a la escuela cuenta con una pantalla de cristal líquido de
15 pulgadas en lugar de cabeza, en la que se muestra la cara del niño ausente.
(Fuente; Reforma de México)