Agencias - Los parques eólicos marinos son la última novedad
en el aprovechamiento de las fuerzas naturales. Su principal ventaja, además de
que la velocidad del viento es considerablemente más fuerte y predecible que en
tierra firme, es que reducen el impacto paisajístico, al ser casi invisibles
desde la costa. Ahora, una empresa española ha diseñado y desarrollado un
prototipo de central eléctrica flotante para extraer la energía procedente de
las olas del mar. El proyecto fue expuesto hasta ayer en la tercera feria de
inventos más importante de Europa, "Imaginaria", celebrada en Pontevedra.
En lugar de transportar la electricidad producida en la central mediante un
cable submarino hasta una receptora ubicada en tierra, algo difícil y caro
teniendo en cuenta la irregularidad de las olas, se convertirá toda la energía
en hidrógeno. Esta es la principal novedad de este prototipo, que realizará la
conversión a hidrógeno mediante electrólisis, un proceso ideado para generar
hidrógeno y oxígeno mediante la electricidad y el agua. Después, el hidrógeno
será almacenado y transportado hasta los lugares donde estén emplazados los
grupos productores de electricidad que introducen la energía en la red de
distribución pública.
Superado este escollo, la mayor dificultad a la que se enfrentaba el equipo
técnico de este proyecto era cómo asegurar la plataforma marina en caso de un
fuerte temporal. Así, si se producen vientos huracanados de más de 70 nudos y
olas de más de 14 metros, la central dispone de un sistema para sumergirse de
manera controlada en el fondo del mar (a una profundidad de entre 50 y 80
metros) a la espera de que pueda reflotar automáticamente cuando mejoren las
condiciones en superficie.
El equipo de investigación prevé que una planta flotante de este tipo podría
generar energía durante 4.117 horas al año, lo que equivaldría a 617.580
megavatios a la hora por año, una producción superior a la de otros sistemas de
energía renovable. El coste para construirla es de 60 millones de euros.